EL TORNILLO DE LA VID (Xylotrechus arvicola): PREVENCIÓN Y CONTROL 1. Introducción.
1.INTRODUCCIÓN. Xylotrechus arvicola (Olivier, 1795) (Fig. 1) es un coleóptero cerambícido más conocido como tornillo de la vid por la forma de sus larvas. Desde finales de los años 90 (Peláez et al., 2001) fue detectado afectando a las viñas en Castilla y León. Ha sido citado en La Rioja (Ocete y Del Tío, 1996), Castilla – La Mancha (Rodríguez et al., 1996) y Navarra (EVENA, 2005). En Castilla y León, el equipo de Protección Vegetal del Departamento de Hortofruticultura del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León lleva varios años trabajando en aspectos relacionados con el ciclo biológico de este insecto, con la presencia en los viñedos de las distintas áreas vitícolas y con los factores que pueden influir en la progresión de la plaga. Esta especie es originaria de árboles de ribera pero se la ha encontrado en otras especies arbóreas como las de Quercus, Carpinus, Castanea, Fagus, Populus, Salix, Tilia, Morus, Sorbus, Crataegus, Prunus, Malus y Cidonia (Bahillo, 1996; Vives, 2000). |
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Figura 1. Hembra de Xylotrechus arvicola.
Los síntomas producidos por las larvas son visibles y provocan la preocupación de los viticultores. Tanto los agujeros producidos por la salida de los adultos como las galerías ocasionadas por las larvas son evidentes en el momento de la poda, especialmente si ésta es severa (Fig.2).
Figura 2. Poda fuerte mostrando galerías y orificios de salida.
Son distintos los trabajos publicados en revistas especializadas sobre esta especie. Destacaremos por su extensión y profundidad el de Moreno (2005) que refleja los estudios realizados durante los años 2000 al 2004. Se han desarrollado distintos proyectos de investigación, como el financiado por el INIA sobre esta especie bajo el título de “Desarrollo de estudios básicos y métodos para el control integrado de Xylotrechus arvicola (Olivier) (Coleoptera: Cerambycidae) en vid” (RTA04-117). En el mismo han participado equipos de investigadores del INIA de Madrid, de la Universidad de la Rioja y del ITACyL.
2. BIOLOGÍA.
Los adultos de la especie presentan una coloración característica con bandas de color amarillo y negro. De un tamaño algo mayor del centímetro (1,34 cm en hembras y 1,15 cm en machos según Moreno, 2005) (Fig. 3), los machos presentan los fémures oscurecidos. Sin embargo, no siempre es fácil distinguirlos, sobre todo en las horas posteriores a la emergencia, cuando el tegumento todavía está blando. En ocasiones son observables al sol sobre las hojas de las vides. A pesar de su color aposemático (el negro y amarillo como en abejas y avispas es señal de peligro) son totalmente inofensivos para las personas. Realizan vuelos generalmente cortos, pero a favor del viento pueden realizar desplazamientos más largos (Peláez et al., 2006).
Figura 3. Adultos copulando.
La emergencia de adultos desde las cepas es muy escalonada y transcurre desde primeros de abril a octubre, concentrándose en los meses de mayo y junio. Una vez realizada la cópula, la hembra deposita los huevos (Fig. 4), en las hendiduras, en los cortes de poda o en la propia arquitectura de la planta, o debajo del ritidoma (Peláez et al., 2002). La presencia de resecos favorece la labor de puesta. Los huevos son blanquecinos y se ven afectados negativamente por la exposición directa a la luz solar.
Figura 4. Hembra ovipositando.
El estado de larva transcurre en el interior de la madera (Figs. 5 y 6), donde entran las larvas a las pocas horas de eclosionar. En esta fase tienen unas dimensiones que van de los 2 a los 32 mm conforme van pasando por los sucesivos estadios larvarios. En ocasiones, en el momento de la poda es posible observarlas. Permanecen alimentándose de la madera en los brazos, el tronco e incluso en algunos casos en la zona del patrón, durante aproximadamente dos años en condiciones de campo, realizando galerías, en sentido horizontal o vertical, ascendente o descendente, en madera sana o afectada. La pupación dura de 17 a 30 días (Fig.7), previa construcción de una cámara pupal y del orificio de salida que taponan con serrín.
Figura 5. Larvas recién emergidas. Compárese con el tamaño de la cabeza del alfiler entomológico.
Figura 6. Larva junto a las galerías en la madera de vid con el característico aspecto de tornillo.
Figura 7. Pupa de Xylotrechus arvicola.
Los síntomas visibles de la presencia del coleóptero en un viñedo son las galerías producidas por las larvas, que se observan en los cortes de poda, y los orificios de emergencia de los adultos, circulares y de unos 5 mm de diámetro (Figs. 8 a 10). Las galerías pueden estar rellenas de serrín de color blanquecino si son del año, debido a que el insecto ha discurrido por allí recientemente, o bien están ennegrecidas o vacías por el viento o lluvia cuando son galerías viejas (Peláez et al. 2006).
Figura 8. Orificio de emergencia de los adultos.
Figura 9. Cepa con numerosos orificios de emergencia.
Hay que tener en cuenta que la observación de un orificio de emergencia de una cepa supone que ha sido colonizada durante aproximadamente 2 años por una larva que se ha alimentado de la madera, con una consecuente pérdida de capacidad vegetativa al ver disminuida su sistema xilema-floema y un aumento notable de la fragilidad de la cepa.
Figura 10: Adulto emergiendo de la madera.
Para responder a la pregunta del período de actividad de los adultos el ITACYL tiene una serie de contenedores con madera de vid infectada con larvas situados en el exterior a temperatura ambiente y otros en el interior, en uno de los laboratorios. Se asume que la emergencia de los adultos en el exterior va a ser coincidente en el tiempo en las zonas vitícolas próximas, en este caso en Cigales (Valladolid) que es un área muy afectada por la plaga. Igualmente se realiza la cría de larvas en dieta artificial (Fig. 11). Las Figuras 12 a 14 indican la emergencia de adultos en los contenedores exteriores en los años 2005 a 2007. En 2005 (Fig. 12) la emergencia estuvo muy concentrada en el mes de junio, mientras que en años previos se extendía entre el mes de marzo y finales de julio. Ello puede estar relacionado con las condiciones meteorológicas de un año extraordinariamente seco.
Figura 11. Cría artificial de larvas en dieta.
Figura 12. Emergencia de adultos de Xylotrechus arvicola en contenedores exteriores en la finca de Zamadueñas (Valladolid). Año 2005.
Respecto a la proporción de machos y hembras y las fechas de salida se constata una salida anterior de los machos o protandria, que por otra parte están en menor proporción que las hembras (48 machos/65 hembras) en los contenedores citados. Otros resultados anteriores indican sin embargo un equilibrio en la proporción del número de machos y hembras en la emergencia (Moreno, 2005). En 2006 la emergencia volvió a estar muy concentrada en el mes de junio (Fig. 13). El número de adultos obtenido es inferior al año anterior (35 adultos), pero esto está relacionado con el menor nº de larvas existentes en la madera. Suponemos que las condiciones climáticas extremas de calor del año 2005 condicionaron la supervivencia y evolución de las larvas en la madera; en algunos casos aparecían larvas muertas en la madera cortada en las viñas o en un estado deplorable del que no se recuperaban en dieta artificial. De un total de 19 adultos criados en laboratorio su media de pupación fue de 17 días y para el ciclo total (huevo-adulto) de 321días, siendo el período mínimo de 255 y el máximo de 630 días. Si eliminamos este dato extremo la media para el total del ciclo queda en 303 días. 57 larvas de último estadio fueron enviadas a Madrid y colocadas en condiciones de temperatura diferentes. De ellas 25 puparon (28 días de media, cifra significativamente mayor) y las 19 criadas desde huevo arrojaron una media de 322 días de huevo a adulto, semejante al obtenido en Valladolid. En años anteriores se obtuvo un período mínimo de 243 y uno máximo de 502 días (Moreno, 2005).
Figura 13. Emergencia de adultos de Xylotrechus arvicola en contenedores exteriores en la finca de Zamadueñas (Valladolid). Año 2006.
En este año debido al escaso número de adultos obtenidos no es posible observar el fenómeno de la protandria. Este fenómeno sí es apreciable en los ejemplares obtenidos en dieta.
Figura 14. Emergencia de adultos de Xylotrechus arvicola en contenedores exteriores en la finca de Zamadueñas (Valladolid). Año 2007.
En 2007 la emergencia de adultos en contenedores se vuelve a concentrar en el mes de junio (Fig. 14). Este año se han obtenido más adultos (156) con un reparto equitativo entre machos y hembras (78). La pupación se desarrolló como media en 21 días y el ciclo completo de huevo a adulto se alargó como media a 454 días.
3. DAÑOS OCASIONADOS.
Como hemos visto los daños son imputables a las larvas. Las galerías construidas por las mismas deben incidir a priori en el vigor de la planta. Sin embargo los estudios realizados en estos años nos muestran cómo en general no hay diferencias significativas entre las cepas sanas y las afectadas por Xylotrechus en cuanto al contenido de clorofila, área foliar y valoración enológica, incluida la producción. Únicamente se ha encontrado diferencias significativas en el contenido en clorofila en la variedad Verdejo (mayor en plantas sanas), en la superficie foliar en las variedades Tempranillo y Verdejo (mayor en plantas sanas) y en la relación entre los hongos que provocan el decaimiento de la vid y la presencia del coleóptero (Moreno el al., 2003; Moreno, 2005), seguramente como labor sinérgica (la presencia de un elemento favorece la llegada del segundo) pero sin estar claro hasta el momento quién ayuda a quién. ¿Cuál es entonces el daño real ocasionado por esta plaga si no afecta a la producción? Es el aumento de la fragilidad de las cepas al estar taladradas. Con el tiempo van a ser más susceptibles a golpes mecánicos y a episodios de viento y acabarán rompiéndose y necesitarán su reconducción o su sustitución.
¿Cómo valorar este extremo?
La hipótesis es que las cepas afectadas van a ser más débiles y por ello más propensas a roturas a lo largo del año, producidas tanto por el manejo de la viña como por las condiciones meteorológicas. Esta debilidad mecánica será la condición limitante de la plaga y la que obligue a la sustitución de las cepas muy afectadas. De hecho éste es el caso en viñas muy castigadas de Castilla y León. Se eligieron por ello zonas muy afectadas por el cerambícido, en La Ventosilla (Burgos) y Rueda (Valladolid). Con los datos históricos se seleccionaron en cada parcela 30 cepas sanas y 30 afectadas a las que se les realizó en 2006 tres valoraciones; una en mayo, coincidiendo con el inicio de la temporada, otra en agosto y una última después de la cosecha en noviembre. Los factores a considerar son la variedad (Cabernet y Tempranillo), la forma de conducción (vaso y espaldera), la forma de recolección (manual o con máquina) y el estado sanitario (cepa sana y enferma). El total supone 16 unidades. Finalmente por limitaciones de elección se estudiaron 5 parcelas. De las cepas seleccionadas se realizó un croquis durante el mes de mayo, anotando la posición de yemas y brotes (Fig. 15). En la segunda valoración del mes de agosto se constató que en las cepas en vaso el crecimiento vegetativo tan extraordinario anulaba la posibilidad de un seguimiento válido, por lo que fueron eliminadas.
Figura 15: Croquis de la valoración de una cepa.
En el cuadro 1 puede verse el resultado del análisis estadístico realizado con los datos para la variedad Tempranillo cosechada con máquina. Las variables son el valor de la diferencia de un brazo en las fechas de valoración (noviembre, agosto y mayo). El valor crítico de p para el test de Student (t) es p< 0,05. Vemos como la mayor parte de las comparaciones son significativas en esta variedad, lo que indica que hay una diferente persistencia de los brazos sanos y afectados a lo largo del ciclo, siempre a favor de las cepas sanas.
Cuadro 1. Medias de los valores por brazo para cepas sanas y enfermas y resultado del test de Student (t) para la variedad Tempranillo en 2006.
El cuadro 2 refleja los datos de las mediciones realizadas en 2007 con el mismo diseño. En esta ocasión la variedad con resultados significativos fue Cabernet.
Cuadro 2. Medias de los valores por brazo para cepas sanas y enfermas y resultado del test de Student (t) para la variedad Cabernet en 2007.
Cabe ahora preguntarse por la presencia de Xylotrechus arvicola en Castilla y León y si hay un aumento de la misma. Las prospecciones de parcelas comenzaron el año 2002, encontrándose síntomas de la presencia del coleóptero en todas las zonas vitivinícolas supervisadas (Moreno, 2005). Durante el año 2006 se prospectaron 7 parcelas situadas en la Denominación de Origen Bierzo. Esta era la menos afectada de todas las valoradas hasta el momento. El Cuadro 3 refleja los datos de porcentajes de parcelas y cepas afectadas. Se constata un aumento en este periodo de tiempo (2004 a 2006), ya que la mitad de las parcelas presentan ataques y en cuanto a cepas sube significativamente el porcentaje, más de cuatro veces con respecto a 2004. Con todo sigue siendo la zona vitícola de estudio menos afectada.
Cuadro 3. Porcentaje de parcelas y cepas afectadas por Xylotrechus arvicola en la D. O. Bierzo. Años 2002 a 2006.
Un aumento menos significativo aparece en la D.O. Rueda, donde en 2006 se valoraron tres parcelas que arrojaron un porcentaje de cepas afectadas del 52,2% frente a un 42,8% en 2004 (Cuadro 4). De estos datos se puede deducir que la afectación por este coleóptero en el viñedo en Castilla y León sigue aumentando con el tiempo, como ya lo indicaba Moreno et al. (2004).
Cuadro 4. Porcentaje de parcelas y cepas afectadas por Xylotrechus arvicola en la Denominación de Origen Rueda.
4. PREVENCIÓN Y CONTROL.
4.1. Uso de feromonas y sustancias atrayentes.
Figura 16. Trampa con vino como atrayente situada en un almendro próximo a una viña.
Figura 17. Aplicación de feromona en Trampa cross-vane en una parcela en Cigales (Valladolid).
La búsqueda de feromonas (atrayentes sexuales) y sustancias alimenticias atrayentes se ha planteado en distintos proyectos. La intención es conseguir alguna sustancia que atraiga a los adultos y así poder, en primer lugar, estimar las poblaciones y después aplicar técnicas de captura masiva que disminuyan el apareamiento y las puestas de huevos. A pesar del esfuerzo realizado los resultados han sido muy pobres hasta el momento.
Respecto a las sustancias alimenticias o de atracción ninguna ha funcionado (trozos de chopo, viña y encina con una sustancia adhesiva, cerveza, zumo melocotón, vino tinto) (Fig. 16). Tampoco lo han hecho las trampas de intercepción o de ventana, dispositivos colocados en las zonas de vuelo.
El estudio de las feromonas se ha realizado en colaboración directa con el INIA de Madrid (Manuel González-Núñez y José Esteban) y el profesor David Hall del National Resources Institute (NRI), en Inglaterra.
Respecto a la identificación de feromonas de esta especie se han realizado ensayos en laboratorios y pruebas en campo. Se ha probado con feromonas de otras especies próximas del género. Se han utilizado Olfactómetros y tubos de viento. Igualmente se han realizado antenogramas de adultos. Con todo ello se ha aislado una posible sustancia candidata a feromona con la que se han realizado distintas pruebas en campo, sin resultados concluyentes hasta el momento (Fig. 17).
4.2. Insecticidas para huevos y adultos.
Los estados más susceptibles de la especie son los huevos, aunque estén generalmente protegidos por la corteza, y los adultos. Las larvas, una vez que se introducen en la cepa, son inaccesibles a los compuestos químicos. La Universidad de la Rioja (Ignacio Pérez Moreno, Vicente Marco Mancebón y Esteban García Ruiz) ha probado distintos productos insecticidas, todos inhibidores del crecimiento de los insectos, con resultados prometedores.
4.3. Consejos.
La pregunta final es; ¿Qué hacer ante un ataque de Xylotrechus en la viña? Vamos a enunciar una serie de consejos:
A. El primer paso es evaluar la presencia del coleóptero y el estado de fragilidad de las cepas afectadas. Si éste es grande conviene sustituir progresivamente a las cepas más dañadas.
B. El descortezado de las cepas puede dificultar la puesta de las hembras, así como eliminar las pupas invernantes de la polilla de la vid.
C. En el momento de la poda debemos intentar eliminar toda la madera afectada, aunque esto suponga la redirección de la cepa. Evitar dejar resecos en la cepa y eliminar la madera de la poda de la parcela o las cepas arrancadas y muertas. Por otra parte en cepas sanas no es conveniente aplicar podas rudas que dejen resecos.
D. Colocar en condiciones de campo un evolucionario; evitando la excesiva exposición al sol situar en el exterior un contenedor con madera infectada y orificios de salida conectados a botellas de agua que retengan a los insectos. Ello nos informará de las fechas de la emergencia de los adultos. Renovar anualmente la madera infectada.
E. Cuando la infección sea grande un tratamiento químico preventivo con sustancias autorizadas para otras plagas como la polilla del racimo (Lobesia botrana) puede ser aconsejable. Como se ha visto la presencia de adultos se ha concentrado en el mes de junio entre 2005 y 2007 con lo que un par de tratamientos separados dos semanas pueden lograr un buen control de los adultos. Sin embargo las condiciones climáticas varían cada año y los criterios no son generalizables para áreas grandes, siendo inevitable una valoración de la parcela individualizada.
F. El tornillo de la vid ataca a las principales variedades de vid empleadas en Castilla y León. Únicamente la variedad Mencía aparece como menos atacada. En todo caso ante una fuerte infestación se recomienda la sustitución de las cepas muy afectadas y la eliminación de las arrancadas.
5. REFERENCIAS.
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