La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha entregado ayudas por valor de 70 millones de euros a 35 Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) de la provincia de Almería. Estas subvenciones respaldan actuaciones realizadas por las OPFH el año pasado que, como ha apuntado Crespo, son ejemplo de “proyectos de colaboración público-privada al 50% entre la Administración y los agricultores, cooperativistas y empresarios”. “Esto es voluntad, valentía e innovación”, ha recalcado, apuntando que las OPFH “reflejan cómo el agro de Almería avanza a grandes pasos gracias a la innovación de estos proyectos que se traducen en músculo agrícola y empresarial”.
Carmen Crespo ha resaltado que Andalucía es “la primera comunidad autónoma en fondos destinados a las OPFH” y ha explicado que, en los últimos cinco años, el montante económico de la región para estas subvenciones e inversiones de las organizaciones de productores ha crecido en un 45%. En concreto, los fondos se han elevado de 88 a 128 millones de euros que actualmente reciben un centenar de OPFH y asociaciones de todo el territorio andaluz. “Se trata de un proyecto que no tiene techo y con el que vamos creciendo en una tendencia al alza que el año que viene se plasmará en 140 millones de euros de ayudas para 99 OPFH y dos asociaciones de toda Andalucía”, ha anunciado.
En concreto, las OPFH almerienses beneficiarias de las ayudas este año son Acrena, AFE, Agroiris, Agrolevante, Albentillas, Bio Sol Portocarrero, Bio Sabor, Cabasc, Camposol, Cítricos del Andarax, Cohorsan, Cooperativa Provincial Agraria y Ganadera San Isidro, Coprohníjar, Costa de Níjar, Costa Dulce, Costa Ejido, Dunamar, Duniagro, Ejidomar, Eurosol, Ferva, Greencobi, Hortamar, Indasol, Inver, Las Hortichuelas, Hortofrutícola Mabe, Murgiverde, Nature Choice, Natursur, Parafruts, Peregrin, Primaflor, San Isidro Labrador y Vicasol.
En su intervención, Carmen Crespo se ha referido a la resiliencia del sector hortofrutícola andaluz, en general, y almeriense en particular, comentando los datos de exportaciones. Al respecto, ha puesto de relieve que, “a pesar de la sequía y los altos costes de producción, las frutas y hortalizas han reportado a Andalucía 5.085 millones de euros entre enero y agosto, lo que supone un incremento del 0,9%” respecto a los mismos meses de 2022. Como ha explicado también la consejera, en el caso concreto de la provincia de Almería, el territorio ha alcanzado los 2.669,8 millones de euros en este período al ascender un 5,2% respecto a las transacciones registradas entre enero y agosto del año pasado.
Crespo ha remarcado que “este sector continúa creciendo a pesar de las dificultades porque cada año se esmera en avanzar en innovación para contar con nuevas posibilidades”. Entre otros ejemplos, ha destacado iniciativas ligadas al abonado en verde, la búsqueda de variedades más resistentes o la aplicación de energías renovables. “De esta forma nos hacemos más resilientes ante el cambio climático y más sostenibles, características apreciadas en los mercados”, ha apostillado.
Junto a Carmen Crespo, han asistido al acto de entrega de las ayudas a OPFH representantes de diversas entidades beneficiarias; los alcaldes de Níjar, José Francisco Garrido; de Pulpí, Juan Pedro García; y de Balanegra, Nuria Rodríguez; y miembros de las corporaciones municipales de El Ejido, Gádor, Vícar y Almería. Además, por parte de la Administración, han estado presentes también, entre otras personas, la delegada del Gobierno de la Junta en Almería, Aránzazu Martín; la directora general de Ayudas Directas y de Mercados, Raquel Espín; y el delegado territorial de Agricultura, Antonio Mena.
Peticiones a nivel europeo
En su discurso, la responsable de Agricultura en Andalucía ha trasladado el posicionamiento del Gobierno andaluz ante la propuesta de reglamento europeo sobre el uso de productos fitosanitarios que se está debatiendo. Crespo ha mostrado su preocupación porque esta nueva normativa “pone en evidencia que algunas secciones de la Unión Europea (UE) están fuera de la realidad”. “Los productores están haciendo las cosas cada vez mejor pero no se puede hacer más con menos”, ha defendido. La consejera ha invitado a los miembros de la Comisión de Medio Ambiente a conocer el día a día de los agricultores andaluces para que puedan elaborar una propuesta como la de la Comisión de Agricultura, que “ha trasladado un reglamento de fitosanitarios factible dadas las posibilidades actuales del sector”.
Al hilo de esta cuestión, Carmen Crespo ha anunciado que se pondrá en contacto por carta con europarlamentarios para explicar las razones por las que Andalucía no está de acuerdo con la propuesta realizada por Medio Ambiente. “Los reglamentos de fitosanitarios deben estar adecuados a la situación del sector porque todos queremos ir bajando paulatinamente el uso de estos productos pero el proceso tiene que ser viable y contar con materias alternativas y tiempo suficiente”, ha subrayado.
Por otro lado, la consejera ha recordado también “las excepciones demandadas por Andalucía” en la aplicación de la normativa sobre envases de plástico para productos hortofrutícolas. En concreto, se ha referido al caso de los frutos rojos por “la sensibilidad del producto” y ha apostado por conceder el tiempo necesario para poder contar con “envases que garanticen la conservación y la seguridad alimentaria”, apuntando que, precisamente, la innovación que impulsan las OPFH se dirigen en algunos casos a este tipo de proyectos. “No todos los productos pueden ir a granel”, ha afirmado.
Finalmente, Crespo ha reiterado que los alimentos de Andalucía pueden considerarse como “productos de proximidad” en aras de la soberanía alimentaria de la Unión Europea, donde 500 millones de personas consumen productos de esta región. “Éste es un sector económico que genera mucho empleo con sostenibilidad laboral, social y ambiental, características que ojalá se exigieran también en los acuerdos comerciales entre Europa y terceros países a través de la inclusión de cláusulas espejo”, ha remarcado.
La consejera ha afirmado que estas reclamaciones son fundamentales para evitar “un error con mayúsculas que lastraría gran parte de nuestra agricultura”. “Aquí se invierte mucho en innovación y sostenibilidad y es preciso dar tiempo para seguir ahondando en estas posibilidades”, ha concluido.