Noviembre es un mes decisivo para lograr una agricultura y alimentación realmente sostenibles en la Unión Europea (UE). Por primera vez en su historia, se decidirá si se reduce el uso de plaguicidas en todo su territorio. Ante esta situación, más de 150 organizaciones de productores agrarios, científicas, de consumidores, alimentación y ambientales han remitido hoy una petición al Presidente del Gobierno de España solicitando que apoye de manera decisiva y sin fisuras la transición hacia "una agricultura libre de agrotóxicos". El manifiesto 'La Plaga de los Plaguicidas', que también va dirigido a los responsables de los Ministerios de Agricultura, de Sanidad, de Medio Ambiente y de Consumo, contiene un decálogo de propuestas concretas para fomentar una transición justa, sin dejar a nadie atrás.
El texto denuncia que el uso generalizado de químicos de síntesis, para eliminar las especies de plantas y animales consideradas como plaga, ocasiona graves problemas que la ciencia relaciona con un mayor riesgo de padecer diabetes, trastornos reproductivos y respiratorios, disfunciones neurológicas y cáncer en humanos. Además, su impacto se deja ver en la reducción de biodiversidad, como la hecatombe que sufren las poblaciones de invertebrados, y en el empeoramiento del estado de los ecosistemas y los recursos naturales.
Reglamento sobre Uso Sostenible de Plaguicidas
Dada la urgencia, los firmantes consideran que ya no se puede retrasar más la acción política. Entre el 20 y el 23 de este mes el Parlamento y el Consejo Europeo decidirán si apoyan y en qué condiciones el Reglamento sobre Uso Sostenible de Fitosanitarios propuesto por la Comisión Europea (CE). Si la versión actual prospera, los Estados miembros deberán reducir el uso y el riesgo de estos principios activos en un 50 % para 2030. Pero las organizaciones que representan a la sociedad civil alertan de que el texto corre peligro de ser rechazado o de que se diluya su ambición si no se llega a un consenso antes de las elecciones europeas del próximo año.
Las entidades adheridas al manifiesto también recuerdan que las instituciones europeas deben incluir medidas que aborden la importación de productos que han sido producidos con menores niveles de sostenibilidad en materia de uso de plaguicidas.
10 años más del glifosato
Además, alertan de que el próximo 16 de noviembre, se decidirá si se prohíbe definitivamente en Europa el uso de uno de los pesticidas más controvertidos y empleados en todo el mundo: el glifosato. Está calificado como “sustancia probablemente cancerígena” por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y aunque la UE intentó revocar su autorización, la presión de lobbies agroindustriales y algunas organizaciones agrarias consiguió que pudiera seguir utilizándose hasta el 15 de diciembre de este año.
Ahora, la CE propone renovarlo durante otros 10 años más, en contra de la advertencia de la ciencia y de Naciones Unidas, que cree que en nuestro territorio no se está teniendo en cuenta suficientemente el principio de precaución. Bruselas esgrime para su autorización razones de desabastecimiento y de insostenibilidad para los agricultores, un argumento insostenible e incoherente para las organizaciones firmantes en el contexto actual de derroche y desperdicio en que un tercio de los alimentos producidos terminan en la basura. Ejemplo de ello es la destrucción la semana pasada de 22 millones de plátanos de Canarias para evitar la caída de precios.
Por todos estos motivos, las entidades adheridas al manifiesto La Plaga de los Plaguicidas reclaman el compromiso firme del Gobierno español para reducir la "dramática contaminación por plaguicidas" en Europa, especialmente durante el semestre de Presidencia del Consejo de la UE, a punto de finalizar. “Nunca antes en la historia había coincidido una Presidencia de la UE con la posibilidad de negociar una norma vinculante para la reducción del uso de plaguicidas. Pedimos al Gobierno de España compromiso y coherencia para no dejar pasar esta oportunidad histórica”, afirman representantes de las asociaciones suscriptoras.
Los signatarios piden también al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, como representante del Gobierno español en Europa, coherencia con sus propias afirmaciones en las que destacaba que la “producción ecológica es clave para afrontar el desafío del cambio climático”. Las entidades confían, por tanto, en que se asuman las peticiones de la sociedad civil para lograr transitar hacia una agricultura y un medio rural no dependiente de tóxicos. “El momento es ahora, cuando todavía hay tiempo y recursos para una transición socialmente justa. Esperar más obligará a una reconversión abrupta, que pondrá en serios apuros a los modelos agrícolas familiares, entre otros”, concluyen.
Organizaciones adheridas al manifiesto