¿Es posible adaptar nuestras plantas al cambio climático? Los investigadores del INRAE, coordinadores del proyecto europeo GrassLandscape, creen que los pastizales, un ecosistema muy extendido en Europa, esconden la respuesta en los genes de sus plantas. Estos han sido muestreados y guardados en colecciones durante más de 40 años por investigadores. Trabajando con investigadores de la Ecole Pratique des Hautes Etudes (EPHE), utilizaron estas colecciones para identificar genes que podrían permitir la adaptación al cambio climático futuro. Sus resultados, publicados el 11 de marzo en Molecular Ecology Resources, arrojan luz sobre 374 genes potencialmente involucrados en esta adaptación.
¿Qué pasaría si los genes de las plantas de los pastizales del mañana, adaptadas al cambio climático, estuvieran en las colecciones de los investigadores? Las plantas de pastizales (ecosistemas presentes en todas las regiones de Europa) han estado bajo el escrutinio de los investigadores durante más de 40 años. Los centros de recursos genéticos de los institutos europeos de investigación agrícola almacenan varios miles de muestras de semillas de estas plantas y documentan con precisión su origen. Existe una gran diversidad genética en estas colecciones que podría permitir la adaptación al cambio climático.
Esto es lo que los investigadores del INRAE querían estudiar a través del proyecto GrassLandscape. Entre estas colecciones de muestra, se interesaron por las de uno de los principales pastos de las praderas: el raigrás perenne. Buscaron comprender el origen genético de su adaptación natural a una amplia gama de variaciones ambientales, incluidas las climáticas. Para ello, los científicos analizaron el ADN de 469 muestras de raigrás perenne de todas partes de Europa. Identificaron 633 porciones de ADN relacionadas con la adaptación al estrés de los inviernos fríos o las largas sequías de verano, de las cuales 374 podrían estar asociadas con un gen conocido. Los resultados obtenidos permitieron distinguir regiones de Europa (mitad sur de Francia, España, Italia) donde la presencia de raigrás perenne en prados naturales probablemente está amenazada por el cambio climático, debido a que la diversidad genética existente en estas regiones no es adecuada para el clima por venir. Las estrategias de migración asistida y los métodos adecuados de gestión de pastizales deberían promover la futura adaptación de la especie y limitar su riesgo de extinción local.
Los conocimientos adquiridos también permitirán crear nuevas variedades de raigrás perenne con las versiones adaptativas de los genes identificados. Estas variedades se pueden utilizar para sembrar prados temporales adaptados a los futuros climas regionales de Europa. La introducción de pastizales temporales en rotaciones es una de las palancas agroecológicas más efectivas para la provisión de múltiples servicios ecosistémicos y, en particular, el almacenamiento de carbono en los suelos.