En el período previo al debate, Bio Suisse se pronunció a favor y en contra del rechazo de la Política Agrícola +22 de Suiza. La asociación comparte esta posición con la Alianza Agraria, IG DHS e IGAS. Tras la decisión de suspensión de la comisión del Consejo de Estados, una palabra de poder del pueblo amenaza con un sí a las iniciativas pendientes. Bio Suisse exige soluciones a los problemas urgentes en lugar de contratiempos políticos. Las familias campesinas necesitan seguridad en la planificación.
El presidente Urs Brändli dice: “Los problemas con los pesticidas, los excedentes de nutrientes, las importaciones de piensos concentrados y el bienestar de los animales son conocidos y pueden resolverse. Al negarse a trabajar, la comisión del Consejo de Estados se arriesga a que el electorado tome las riendas de las iniciativas pendientes. En lugar de un desarrollo posterior regulado, los agricultores tienen que enfrentarse a incertidumbres y cambios abruptos e impredecibles ".
La Asociación de Agricultores Orgánicos está pidiendo que la decisión sea corregida por los niveles superiores del parlamento. El camino de reducción de plaguicidas establecido por la iniciativa parlamentaria del Consejo de Estados ahora puede continuar sin demora. Las votaciones sobre las iniciativas “Agua potable” y “Suiza sin plaguicidas sintéticos” se pospondrán hasta la última fecha posible. Esta es la única forma en que los votantes pueden tener en cuenta los resultados de las deliberaciones parlamentarias y no comprar un cerdo en un empujón.
Retrasar la política agrícola durante varios años no es una opción. La tarea ahora consiste en anclar las mejoras en la política agrícola lo antes posible. Los requisitos del postulado del WAK-S deben integrarse en la medida de lo posible en el Política Agrícola suiza +22, el resto debe fluir hacia el siguiente AP. El Consejo Federal está llamado a proponer lo que sea factible sin demora. Al mismo tiempo, la promoción de ventas y la investigación también deben orientarse hacia una agricultura cada vez más sostenible, como parte del muy esperado “Swiss Green Deal”.
La agricultura ecológica puede contribuir de forma importante a solucionar estos problemas. La UE reconoce y promueve esto con la nueva estrategia “De la granja a la mesa” como parte del “Pacto Verde Europeo” de 1.000 millones de euros. Suiza se encuentra en una situación difícil: los productos de la UE son cada vez más ecológicos y respetuosos con los animales, por lo que uno de los principales argumentos para consumir productos suizos es cada vez menos popular.