El pasado jueves, 7 de febrero, David Cary, director ejecutivo de IBMA, anunció en Bruselas, que IBMA, la asociación comercial internacional que representa a los fabricantes de soluciones de control biológico con más de 250 miembros, de los cuales más del 80% son pequeñas y medianas empresas (PYME), decidió presentar una reclamación ante el Defensor del Pueblo Europeo y pidió que se tomen medidas para convencer a la Comisión Europea de garantizar la adaptación inmediata del Reglamento (CE) nº 1107/2009 en línea con su preámbulo y las demandas de la resolución del Parlamento Europeo, de 15 de febrero de 2017, sobre el mecanismo acelerado de acceso al mercado (aprobación y autorización) para productos fitosanitarios (PPPs, por sus siglas en inglés) biológicos de bajo riesgo.
Como anunció David Cary: "La falta de acción por parte de la Comisión Europea de apoyar al Parlamento Europeo para llevar al mercado productos orgánicos de bajo riesgo con procedimientos proporcionados, velocidad y requisitos de datos ha dejado a IBMA sin más remedio que presentar ayer una queja ante el Defensor del Pueblo de la UE, por mala administración".
Quejas de IBMA sobre casos de mala administración: el plazo para la implementación del reglamento y la resolución a fines de 2018 no se cumple, la Comisión Europea obviamente se niega a reconsiderar su posición inicial y mantiene su decisión de implementar En primer lugar, medidas duraderas e ineficaces como el REFIT. Además, la Comisión Europea también se niega a satisfacer las expectativas legítimas del Parlamento Europeo, el Consejo, los expertos científicos, las organizaciones de pacientes, las ONG medioambientales, la comunidad agrícola y los productores de PPPs de bajo riesgo.
Esta falta de acciones positivas efectivas proporciona la triste prueba de que la Comisión Europea está abusando de su poder.
Sylvia Plak, Presidenta de IBMA, subraya: "La Junta Directiva de IBMA y los abajo firmantes de esta asociación industrial innovadora han solicitado constantemente una regulación proporcional, precisa y oportuna de los productos biológicos orgánicos, que constituyen y seguirán representando una parte creciente de las herramientas de los agricultores y, por lo tanto, deben ser tratados con la debida importancia por todos los interesados ".
De hecho, la IBMA cree firmemente que este cambio necesario en la regulación beneficiará a la Unión Europea para ponerse al día con el resto del mundo al aceptar y permitir el uso de tecnologías verdes modernas e innovadoras. Como resultado de esta UE, los agricultores finalmente tendrán la certeza de tener acceso a una amplia gama de instrumentos más sostenibles para obtener cultivos sanos y productivos en programas de manejo integrado de plagas donde el biocontrol y los servicios de los ecosistemas proporcionan producción de alimentos resistentes con un impacto mínimo en el medio ambiente y en la salud humana.