Alrededor de 200 hectáreas de invernaderos resultaron dañadas el pasado sábado por los tornados que aparecieron en los alrededores de las localidades de El Ejido y La Mojonera (Almería) en un recorrido de unos 14 kilómetros.
Cientos de agricultores se vieron sorprendidos alrededor de las 11 de la mañana del 6 de enero por la fuerza del viento proveniente del cono de estos fenómenos atmosféricos, dañando así no sólo los plásticos y las estructuras de los invernaderos, sino los cultivos, ya que muchos de los agricultores aún no habían recogido la producción.
Muchas fincas se encuentran seriamente dañadas y otras quedaron totalmente arrasadas por el vendaval. Un hecho que, provisionalmente a falta de los informes de daños que se están realizando sobre las fincas afectadas, los inspectores rurales del Ayuntamiento de El Ejido han cuantificado las pérdidas económicas de esta zona del Poniente almeriense en más de 40 millones de euros.
Por su parte, el Ayuntamiento de El Ejido ha habilitado una oficina técnica para que los agricultores afectados puedan acudir con el fin de elaborar informes de daños para las compañías de seguros y con vistas a la solicitud de posibles ayudas a las administraciones competentes. Una labor que también está llevando a cabo la Oficina Comarcal Agraria de La Mojonera. Del mismo modo, algunas cooperativas y alhóndigas están ofreciendo a sus agricultores asesoramiento técnico ante la situación.
¿Cómo se forma un tornado?
Un tornado se forma durante el desarrollo de tormentas, en las que el aire cálido y húmedo del suelo sube, acompañado de vientos violentos. Este aire caliente choca con el aire frío y seco de las nubes cumulonimbo de la tormenta, y se crea un torbellino descendente que entra en contacto con el suelo. De esta manera, el movimiento giratorio se amplifica, creando una potente columna de aire ascendente cuya aceleración provoca una fuerza destructora a su paso.
A menudo se dan en zonas agrícolas por las condiciones existentes de humedad y temperatura.
