La consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local de Navarra, Isabel Elizalde, recibió la pasada semana a responsables del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (United States Departament of Agriculture –USDA-) y de Middle Tennessee State University, que se encuentran en Navarra para continuar la colaboración iniciada en 1993 junto con el grupo de investigación THERRAE del Departamento de Proyectos e Ingeniería Rural de la UPNA.
El Departamento de Agricultura estadounidense es líder en investigación agraria, suelos, erosión, conservación de suelos, tecnología agraria, hidrología y contaminación difusa, entre otros aspectos, y su modelo para estudiar la erosión del suelo (RUSLE) es un referente mundial. El proyecto de mejora de ese modelo (RUSLE2) está liderado por Robert Wells, doctor ingeniero hidráulico, que integra el grupo que visita Navarra, junto con Ronald L. Bingner, del Laboratorio Nacional de Sedimentación del Departamento y Hemrique Momm, de la Middle Tennessee State University.
Durante su estancia en Navarra, el grupo de especialistas ha estado acompañado por Javier Casalí, ingeniero y profesor del Departamento de Proyectos e Ingeniería Rural de la UPNA y por responsables del Departamento. Los investigadores han participado en tres sesiones de trabajo sobre diferentes aspectos de modelización de la erosión y han realizado también varias visitas de campo para conocer la cuenca agraria experimental de Latxaga, los problemas de erosión en parcelas de cultivo en Pitillas y la actividad erosiva en las Bardenas.
La colaboración del Gobierno de Navarra con estas instituciones estadounidenses y la UPNA surgió a raíz del establecimiento de la Red de Cuencas Agrarias Experimentales de Navarra, cuyos resultados han servido para calibrar el modelo AnnAGNAPS para las condiciones de Navarra. Este modelo sirve para estimar las pérdidas de suelos y otros arrastres procedentes de la actividad agraria sobre una base anual para distintos cultivos y métodos de laboreo. Mediante este modelo se pueden extrapolar los datos de dichas cuencas a otras zonas de Navarra, de forma que se puede crear un modelo de pérdidas por erosión o nutrientes, considerando otros cultivos o modos de gestión diferentes a los actuales.
