UPA ha visitado la zona afectada y estima que las pérdidas de los agricultores superan con creces el millón y medio de euros. El incendio ha afectado a catorce mil hectáreas, entre cultivos y monte, pero las llamas ya están bajo control. Las poblaciones vecinas ya han vuelto a sus casas, en parte gracias al esfuerzo de los agricultores por evitar que las llamas alcanzasen los núcleos urbanos.
Los responsables de UPA en Aragón han acudido a la zona afectada para realizar una primera evaluación de los daños ocasionados por el incendio que se declaró la tarde del sábado en la comarca aragonesa de las Cinco Villas (Zaragoza). Sobre el terreno han podido constatar que prácticamente la mitad de la superficie total arrasada por el fuego, unas catorce mil hectáreas, son cultivos de cereal. Es decir, se han calcinado cerca de siete mil hectáreas de tierras destinadas a la cebada y el trigo.
José Manuel Roche, secretario general de UPA en Aragón, ha explicado que, dentro de la superficie quemada, en la zona más del sur la cosecha estaba muy avanzada. Sin embargo, “la zona norte estaba empezando la cosecha, por lo que allí las pérdidas son mayores”, se lamenta.
La organización agraria estima que entre tres mil y 3500 hectáreas quemadas estaban cultivadas con cereal que todavía no había sido cosechado. Por tanto, la producción perdida en esta superficie está entre las nueve mil y las diez mil toneladas y media. Esta cantidad de cereal perdido hubiese supuesto entre 1620000 y 1890000 euros. Roche siente esta pérdida, pero se consuela: “menos mal que casi el 100% de los agricultores perjudicados habían asegurado sus explotaciones”.
Además de cultivos, el fuego ha afectado esencialmente a pinares y monte bajo. Por suerte no ha ocasionado daños humanos ni materiales más allá de alguna paridera (construcción para guardar el ganado ovino y caprino). No obstante, la situación podía haber sido mucho peor ya que las llamas llegaron a amenazar a cinco pueblos que tuvieron que ser desalojados. Sus habitantes, casi mil quinientas personas, ya se encuentran de vuelta en sus casas.
Estas poblaciones “estarían perdidas” si no fueran por los agricultores, asegura Roche, quien ha tenido oportunidad de hablar directamente con muchos de ellos. El secretario general dice que su labor ha sido “incansable” estos días. “Han hecho cortafuegos con sus tractores y han conseguido proteger las casas de sus vecinos de las llamas”, señala.
UPA hace un llamamiento a todos los agricultores para que extremen las precauciones a la hora de cosechar. La organización recuerda que el campo es especialmente vulnerable a los incendios en estas fechas, pero indica que la ola de calor que estamos viviendo agrava la situación.