El secreto de la agricultura holandesa

¿Cómo se explica que un país de apenas 42 mil kilómetros cuadrados, es decir apenas un 2 por ciento de la superficie de México, con muchas menos horas de sol al año y un clima más frío, nos haya desbancado como el mayor exportador de tomates del mundo?

La División de Estadísticas Comerciales de la ONU (Comtrade) acaba de dar a conocer el siguiente dato: en 2012 México exportó jitomates por valor de mil 688 millones de dólares, mientras que los Países Bajos nos superaron, vendiendo mil 808 millones de dólares de esa misma verdura.

Pero no sólo eso sorprende. A pesar de su tamaño, Holanda es el segundo mayor exportador de alimentos y flores de todo el mundo. Volvamos a los números para ponerlo en perspectiva. De su superficie total, una quinta parte está ocupada por agua (lagos, ríos, canales), así que le quedan apenas 34 mil kilómetros cuadrados (equivalente al Estado de Puebla) para dedicar a vivienda de sus casi 17 millones de habitantes, a terrenos industriales y a la producción agrícola.

¿Cómo le sacan tanto jugo a sus recursos naturales? Combinando alta tecnología, mucha eficiencia y gran productividad consiguen cosechas cinco veces mayores que el promedio por hectárea en otros países europeos.

La Universidad y el Centro de Investigación Aplicada de Wageningen.

En este centro del saber (no puedo sólo decir que de estudios) conviven 4 mil estudiantes de licenciatura, 4 mil de maestría y mil 700 de doctorado, provenientes de más de 100 países. En total cuentan con seis mil empleados entre sus 25 sedes repartidas por lo que han denominados el "Valle de los Alimentos" en Holanda, además de en Chile, China, África y Medio Oriente.

La Universidad de Wageningen está considerada la mejor universidad agrícola en el mundo según la clasificación que la Universidad Nacional de Taiwán hizo este año comparando más de 300 universidades. (La UNAM ocupa el lugar 49 en ese mismo índice; la de Chapingo no aparece).

En el futuro a mediano plazo se espera un crecimiento importante en la población global, lo que implicará un incremento enorme en la demanda de alimentos, sin que aumente la superficie dedicada a agricultura y ganadería. Además, debemos aprender a hacer un uso racional del agua y a reducir las emisiones de CO2,

Esto ha llevado a los investigadores y a las empresas holandesas a actuar, buscando incrementar la producción por hectárea y por animal, mejorar la calidad de los alimentos y la seguridad alimentaria, reducir el impacto en la naturaleza y el medio ambiente, así como a usar biomasa para biocombustibles. En resumen, nuevos conocimientos, nueva tecnología y mayor capacitación, ámbitos en que es muy fuerte la Wageningen RU (por "Research and University", es decir, Investigación y Universidad).

Hacen uso de la tecnología para que los tomates crezcan más y mejor, con todas sus propiedades y buen sabor, mediante el control de iluminación, temperatura, humedad, nutrientes y cantidad de bióxido de carbono ambiental, además de que protegen las plantas de insectos, con lo cual obtienen cosechas anuales de hasta 78 kilos por metro cuadrado (comparando con los 10 kilos -promedio- que se pueden obtener al aire libre). Con el doctor Sjaak Bakker, gerente de la Unidad de Negocios de Horticultura en Invernaderos, recorrí parte de las instalaciones, donde me explicó cómo manejan todas esas variables, pude ver luces de distintos colores sobre los tomates e incluso escuchar la música que los acompaña en su crecimiento. ¿Sabía usted que a mayor luz, más vitamina C pueden tener? Están trabajando ahora en formas de reducir el gasto de electricidad en los invernaderos (que representa el 35 por ciento del costo total de producción) y también en cómo hacer todavía más eficiente el uso del agua.

Según el Dr. A. Elings, quien ha realizado diversos estudios sobre el tema, en algunos agroparques en México tenemos invernaderos holandeses de tecnología punta adaptados a nuestras condiciones climáticas. El interés neerlandés por colaborar con nuestros empresarios se ha traducido en el programa MexiCultura de Greenport Holland International que ha hecho investigaciones en Querétaro, Aguascalientes y Sinaloa.

Relacionado con el tema, Carlos Cambero, estudiante mexicano de Maestría en ciencias vegetales con especialidad en horticultura en invernaderos, sostiene que Holanda es mundialmente conocida por ser innovador en este tema, además de que su estancia aquí le ha permitido complementar el conocimiento que ya había obtenido en México, además de ofrecerle la posibilidad de buscar cómo adaptar en nuestro país algunas soluciones y estrategias que ya funcionan en Holanda.

La Ing. Annemieke Beers se ha dedicado al estudio de los productos frescos desde que salen de la granja o cultivo hasta que llegan a nuestra mesa. ¡Cuánto puede pasar! Porque estos productos (para ejemplos pensemos en una manzana o una flor) están vivos, respiran, generan calor, pierden humedad, se pueden enfermar e incluso morir si no se les cuida durante el transporte y almacenamiento. El mundo no está para desperdiciar comida, sin embargo, desgraciadamente las estadísticas indican que se pierden entre un 30 y un 40 por ciento de todos los productos perecederos producidos. ¿Motivos? Muchos: se puede romper la cadena de frío del producto, puede almacenarse el producto en combinación con otro que libera más CO2 y que acelere su proceso de maduración, el empaque elegido puede no ser el adecuado, en fin, hay una lista enorme de factores que cuidar para garantizar el menor (o nulo) desperdicio de producto.

Durante la visita nos mostraron distintos empaques de frutas y verduras que utilizan los supermercados para ampliar la vida de los alimentos sin menoscabo de su calidad (¡y yo que prefería comprarlos al granel!, tras la visita cambié de opinión), cámaras donde estudian las mejores condiciones para transportar manzanas y flores, así como un dispositivo diseñado por ellos (todavía en etapa de estudio) que puede acompañar a los contenedores, registrar temperaturas, humedad y otros factores, enviarlos vía radiofrecuencia a una base, digamos en un barco, y que desde cualquier parte del mundo el productor y/o el cliente conozca el estado de su mercancía, o se puedan tomar las medidas necesarias en caso de que no esté transportándose en las condiciones adecuadas.

... pero mientras, aquí en la Universidad hace tres años construyeron el Algae PARC (Centro de investigación y producción de algas) que busca llenar la brecha entre la investigación y su producción a nivel industrial, con el objetivo de que puedan servir como materia prima para combustibles, productos químicos, alimentos y piensos, entre otros.

En un terreno al aire libre tienen cuatro foto-biorreactores diferentes en los que están estudiando cuál es la mejor manera de producir las microalgas a gran escala. Esta instalación es única, ya que permite comparar la productividad de los cuatro sistemas en condiciones idénticas y generar ideas para nuevos equipos más eficientes. La tarde que visité las instalaciones estaba fría y nublada, pero, sin embargo, pude pasear entre los distintos equipos de cultivo mientras la Dra. Dorinde Kleinegris me explicaba cómo funciona cada uno, lo que han aprendido para instalar reactores en distintos puntos del planeta según la disponibilidad de horas de sol y su fuerza, etcétera. Aquí están invirtiendo en aprender cómo generar y aprovechar el "oro verde" que permitirá que la economía internacional sea menos dependiente de los combustibles fósiles.

Wageningen RU mantiene una estrecha colaboración con la industria privada y el gobierno. Entre sus objetivos está explorar el potencial de la naturaleza para mejorar la calidad de vida. Como sostiene su director ejecutivo, Dr. Aalt Dijkuizen, son conscientes de los grandes retos globales que plantean la seguridad alimentaria, la salud, el cambio climático, la sustentabilidad y la economía basada en productos biológicos, así que hacia esos cinco ámbitos enfocan su labor.

Mónica Gabriela Aguayo, mexicana, quien está estudiando una maestría en Nutrición y Salud, especializada en Ciencias Sensoriales me confirmó que "la universidad está muy bien vinculada con las compañías ubicadas en el 'Valle de los Alimentos' que realizan investigaciones en conjunto con docentes y alumnos, lo que repercute en experiencia para el estudiante y resultados de mayor calidad para la empresa".

Hay en total 52 estudiantes mexicanos en Wageningen. Además, en este momento hay 18 proyectos enfocados a nuestro país.

Carlos Cambera me dijo que algunos son de agrologística para la Sagarpa. "Creo que es muy interesante esta cooperación, confío en que se llevará a cabo con éxito. La experiencia de México y sus condiciones propicias para la producción vegetal, reunidas con la experiencia y visión de Holanda, hacen una buena combinación".

En la universidad tienen programas de doctorado a los que llaman "sándwich", porque los estudiantes hacen una parte de la investigación en Holanda, la aplican en su país de origen y vuelven a Wageningen para terminar su formación. Algunos mexicanos están participando en este modelo de PhD.

Le comparto comentarios de nuestros estudiantes:

"Hacer un posgrado en el extranjero me ha influenciado positivamente en todos los aspectos como persona y profesionalmente. Es una buena experiencia, de éste modo uno aprecia lo que tiene y lo que nos falta en México.

"La universidad está muy bien equipada, tiene unos laboratorios muy completos, las clases se graban en video por lo que se pueden ver una y otra vez. Además, no son impartidas por un maestro que trata de saberlo todo, sino por diferentes expertos que son coordinados por el docente. "En cuanto al centro de investigación, en mi área me gusta la vinculación directa con el sector productivo. Las instalaciones también son de primer nivel y los materiales necesarios para los experimentos están rápidamente disponibles. Aunque debo decir que en México también tenemos excelentes centros de investigación.

"Me gusta el enorme intercambio cultural. Éste es un aspecto importante, porque ayuda a aprender de otras culturas, abrir la mente a otros modos de vivir y comportarse".

Es lo que tiene de fundada esta universidad que se ha convertido en uno de los pilares del crecimiento de Holanda por su interacción tan cercana con el sector productivo. Es uno de los orgullos de este pequeño, gran país.

Temas para tratar relacionados con ella y el centro de investigación hay miles, pero para muestra, estos botones.