La organización agraria británica Organic Farmers & Growers (OF&G) ha escrito a Daniel Zeichner, Ministro de Estado de Seguridad Alimentaria y Asuntos Rurales del Departamento de Medio Ambiente y Desarrollo Rural (Defra) de Reino Unido, instando al desarrollo de un sólido marco intersectorial de uso de la tierra que integre la agricultura orgánica como una solución a los desafíos agrícolas y ambientales del Reino Unido.
Este llamamiento a la acción se produce tras los segundos peores resultados de cosecha informados por la ECIU y una dura advertencia de un "desastre climático irreversible" publicada recientemente en la revista BioScience. Estos nuevos datos refuerzan la necesidad de una estrategia que equilibre la seguridad alimentaria, vías fluviales más limpias, una economía de cero residuos, la restauración de la naturaleza y la agricultura, al tiempo que mitiga los riesgos de inundaciones.
Roger Kerr, director ejecutivo de OF&G, destaca la urgencia de la situación: "Las crisis climáticas de este año han dejado al descubierto las vulnerabilidades de nuestros sistemas alimentarios. La agricultura orgánica presenta una solución sostenible, resiliente y probada que puede abordar las cinco prioridades que ha establecido Steve Reed. Apoyar un aumento de la superficie de tierra cultivada orgánicamente haría una contribución significativa a los objetivos del Gobierno".
La carta describe cómo la agricultura orgánica apoya directamente cada una de las áreas de enfoque principales del Defra al mostrar cómo una superficie de tierra orgánica expandida amortiguaría tanto la volatilidad ambiental como la del mercado al tiempo que ofrecería un modelo de producción de alimentos más estable y sostenible.
Kerr destaca el papel que desempeñan los sistemas orgánicos en la protección del medio ambiente: "La agricultura orgánica minimiza la contaminación del agua al eliminar los insumos sintéticos y al reducir la erosión del suelo en un 22% en comparación con los sistemas convencionales. La agricultura orgánica crea suelos más saludables, almacena un 25% más de carbono y tiene una mayor capacidad para mejorar la infiltración y retención de agua para mejorar la resiliencia de la tierra frente a fenómenos meteorológicos extremos. Estos beneficios son fundamentales para ayudar al Reino Unido a alcanzar sus objetivos ambientales y agrícolas", añade Kerr.
Un informe bienal publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL) advierte de un "punto sin retorno" para la pérdida de biodiversidad. La OF&G afirma que la agricultura orgánica promueve prácticas que sustentan un 50% más de vida silvestre y un 34% más de diversidad de especies que las contrapartes convencionales.
“Nuestro entorno natural está llegando a un punto de inflexión. Si queremos protegerlo y mejorarlo frente a fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes y extremos, necesitaremos adoptar progresivamente prácticas restauradoras como la rotación de cultivos, la agroforestería y los sistemas agrícolas mixtos. La agricultura orgánica encarna este enfoque al tiempo que reduce la dependencia de insumos externos, cuya disponibilidad y precio se volverán más volátiles ante una mayor interrupción de la cadena de suministro global. La expansión del uso orgánico de la tierra amortiguaría la volatilidad ambiental y del mercado y respaldaría un modelo de producción de alimentos más estable y resistente”, dice Kerr, quien destaca que “nuestro objetivo propuesto de que el 10% de las tierras agrícolas del Reino Unido se cultiven de forma orgánica es una estrategia que se alinea con las ambiciones del Gobierno. Hacemos un llamamiento al Departamento de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Medio Ambiente (Defra) para que colabore con los líderes de la industria en la implementación de un marco de uso de la tierra prometido desde hace mucho tiempo y para garantizar que la agricultura orgánica desempeñe un papel central en las políticas futuras”.