ARAG-ASAJA ha pedido a la Consejería de Agricultura que, de la misma forma que ya han hecho otras Comunidades Autónomas, solicite al Ministerio retrasar la obligatoriedad del cuaderno de campo digital “hasta que se sienten las bases para poder preparar al sector para este cambio”.
Teniendo en cuenta, además, que según información del COPA-COGECA, España parece ser es el único país de la Unión Europea que ha decidido implantarlo.
Cabe recordar que el Ministerio de Agricultura exigirá que, a partir del 1 de septiembre de 2023, todas las explotaciones que superen las 30 hectáreas de cultivos herbáceos, o más de 10 hectáreas de cultivos leñosos, o más de 5 hectáreas de regadío, deberán cumplimentar los tratamientos realizados de forma mensual en un cuaderno digital que, en teoría, facilitarán las administraciones. Es decir, deberán registrar cada mes los datos de cultivos y producciones en cada parcela, así como los registros de empleo de fertilizantes y fitosanitarios en cada explotación, entre otras cuestiones.
La organización agraria que recientemente presentaba un estudio de la situación TIC del sector agrario, avalado por AERTIC, cree que los agricultores y ganaderos no están preparados para que se les “digitalice a golpe de decreto” puesto que carecen de la formación y cualificación necesaria para poder cumplir con esta nueva obligación.
Además, señalan, “llega en el peor momento posible, pues no hay que olvidar que la nueva obligación representará en cualquier caso un nuevo coste importante que añadir al incremento de costes de producción registrados en los dos últimos años, por lo que puede suponer un motivo para agravar más la merma de rentabilidad de las explotaciones”.