Las exportaciones hortofrutícolas españolas a los países árabes de Medio Oriente, en jaque por el veto de las navieras al Canal de Suez

Como consecuencia del ataque de Hamás a Israel en octubre, y la posterior respuesta del país hebreo hacia la Franja de Gaza, la intensificación de los ataques hutíes de Yemen (grupo aliado de Hamás que además cuenta con el apoyo de Irán) hacia embarcaciones mercantes en el Mar Rojo, las principales navieras que transitan habitualmente la zona como principal ruta comercial entre Europa, y Asia y Oceanía a través del Canal de Suez, que abre paso al Mar Arábigo, el Océano Índico y el Pacífico, han decidido desviar sus barcos con el fin de “garantizar la seguridad de nuestras tripulaciones, embarcaciones y carga de nuestros clientes a bordo”, como expone Maersk en su comunicado oficial después de que varios buques sufrieran ataques a su paso por la zona. Una decisión que tanto a la propia naviera danesa Maersk, como a la suiza MSC, a la francesa CMA CGM, y a la alemana Hapag-Lloyd ha llevado a tomar como vía alternativa para llegar a Asia rodear toda África y virar por el Cabo de Buena Esperanza, añadiendo entre 7.000 y 8.000 kilómetros más a la travesía de las mercancías hacia sus destinos.

Hay que tener en cuenta que por el Canal de Suez pasa el 10% del comercio marítimo internacional y por él circulan habitualmente el 30% de los contenedores de mercancías del mundo, lo que da cuenta de la gravedad del problema, que, como mínimo, encarecerá los fletes marítimos tras más de un año de bajadas, según afirma un informe de la Cámara de Comercio de Valencia; y provocará la ralentización del comercio mundial y de los grandes mercados. Una situación geopolítica que, nuevamente, ha afectado los mercados internacionales y que afectará a las exportaciones españolas.

En el caso concreto del sector español de las frutas y hortalizas (entre cuyos datos también se encuentran las legumbres), cuyas exportaciones a Asia y Oceanía se realizan por vía marítima, el bloqueo del Canal de Suez perjudicaría los envíos que nuestro país realiza principalmente a los países árabes, cuyo acceso es a través del Mar Rojo y del Mar Arábigo, como es el caso de Arabia Saudí, a donde, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en 2022 se enviaron 45.291,60 toneladas, por un valor de 58,5 millones de euros; de Emiratos Árabes Unidos, a donde llegaron 43.942,53 toneladas por un valor de 43,9 millones de euros; y de Qatar, que recibió 10.192,10 toneladas por valor de 12,1 millones de euros; pero también a países asiáticos como China, que compró 6.953,16 toneladas por un importe de 11,8 millones de euros; y Japón, a donde se enviaron 5.556,38 toneladas por valor de 16,6 millones de euros; entre los que también se encuentran, aunque en menor medida, La India, Hong-Kong, Singapur y Corea del Sur; a países de Medio Oriente con acceso a través del Mar Rojo como Jordania, que en 2022 compró 2.780,18 toneladas de frutas, hortalizas y/o legumbres españolas por valor de 4,9 millones de euros; y a Australia, a donde llegaron 4.961,27 toneladas, por un importe de 10,11 millones de euros.

Al encarecimiento del coste del transporte que parece se plantea obvio por el sobreesfuerzo de las navieras y el aumento en gasto de combustible por el aumento de la distancia a recorrer, habría que sumar el hecho de que el rodeo de la costa africana hasta el Cabo de Buena Esperanza añadiría entre 7 y 14 días más a la travesía, con el perjuicio que esto supone para productos perecederos como las frutas y hortalizas, así como el incremento de la huella de carbono de las mismas hasta llegar a su destino. Además, las fechas previstas de llegada a destino de las mercancías ya fletadas cuando se produjeron los ataques y las navieras cortaron su servicio a través del Canal de Suez, se han visto alteradas, creando incertidumbre entre los exportadores, según puede desprenderse de las informaciones publicadas por la naviera Hapag-Lloyd con el fin de dar tranquilidad y de explicar la situación a sus clientes.

Por tanto, y teniendo en cuenta que en función del tiempo que duren los ataques y el consecuente veto de las navieras al Canal de Suez, las implicaciones en el sector serán más o menos graves, está claro que el sector de las frutas y hortalizas tendrá que replantear sus exportaciones y modificar la planificación de sus envíos, así como adaptar sus estrategias de ventas para mantener la demanda.

Redacción Infoagro: Lydia Medero