La diferencia de cobrar por tope o por daño por hectárea

La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) y Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) reclaman al Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural que modifique el actual borrador de Orden de las ayudas destinadas a las explotaciones agrarias con cultivos herbáceos y huerta de regadío y secano y arroz afectados por la sequía, en el ejercicio 2023, y se concedan las ayudas según la superficie total de cultivo y no con un tope máximo por productor.

“La política de ayudas debería poder compensar a todos los afectados a partir de una lógica objetiva: quien haya sido más perjudicado, porque se dedica de forma principal, no debería ser penalizado y no debería cobrar igual que uno que se dedica menos. Por eso, desde FCAC y JARC seguimos defendiendo que el productor debería cobrar en función del daño por hectárea, teniendo en cuenta toda la extensión de su cultivo. El tope no es una solución justa, objetiva ni correcta”, ha declarado Vicenç Pascual, ningún sectorial de cereal de JARC.

“Los productores de cereales fueron solidarios y dejaron de regar, a cambio de unas ayudas, con el objetivo de que los productores de fruta pudieran salvar los árboles frutales y la cosecha de fruta. Ahora, lo esencial es ayudar a todos los productores de cereales y, con el tope que está fijando el DACC, se perjudica a los agricultores profesionales” ha matizado Santi Vergé, responsable de cultivos herbáceos y forrajes de FCAC.

Ambas organizaciones agrarias recuerdan que Cataluña es una comunidad que no es autosuficiente en el cultivo del cereal y por eso se ve obligada a importar de fuera.

En Cataluña, en términos generales, los productores que se dedican al cultivo de cereal hasta 65 hectáreas no pueden dedicarse exclusivamente a este producto, mientras que los que se dedican profesionalmente pueden tener superficies de 100, 200 o 300 hectáreas. No se trata de grandes terratenientes, sino de proyectos a menudo familiares que necesitan grandes extensiones para cultivar el producto.

El borrador de la convocatoria de las ayudas que prepara la Generalidad de Cataluña contempla un tope máximo de ayuda por productor de 45.000 euros. “Desde la FCAC y JARC queremos hacer entender a la Generalitat que no tiene sentido que conceda la misma ayuda económica a un productor con una extensión de 65 hectáreas que a uno que tenga 300; es evidente que el productor que tiene 300 hectáreas ha sufrido casi cinco veces más daños que el que tiene 65”, han declarado conjuntamente Vicenç Pascual y Santi Vergé.

La previsión inicial era que en septiembre pasado se aprobaría la orden que debía permitir sacar adelante las ayudas para que se pudieran cobrar durante el primer trimestre de 2024, pero este retraso en la gestión y concesión de las ayudas dificulta el futuro de la producción de cereal en el territorio.

FCAC y JARC recuerdan que es la tercera vez que reclaman a la Generalidad de Cataluña que las ayudas a la producción de cereal por la sequía se concedan teniendo en cuenta el total de daños por hectárea y no por tope por productor. La primera vez fue a través del documento de enmiendas conjuntas al borrador de Orden de herbáceos y huerta, presentado el mes de agosto en la administración catalana, y la segunda el pasado jueves 2 de noviembre, con el redactado de una nueva respuesta conjunta a las observaciones que la Generalitat había realizado en el documento de enmiendas presentado en el mes de agosto.

FCAC y JARC se reunirán mañana miércoles 8 de noviembre, a las 9.45 h de la mañana, con el secretario de Agenda Rural del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalidad de Cataluña, Oriol Anson, para tratar, entre d otros temas, el borrador de Orden de las ayudas.

La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC), fundada en 1983, está formada actualmente por 189 cooperativas y más de 30.000 socios productores y sus familias, que son sus propietarios. Las cooperativas generan el 36% de la producción agraria final en Cataluña, con una cifra de negocio de 1.953 millones de euros anuales y más de 4.700 puestos de trabajo.

Por otra parte, Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC), creada en 1997, es la única organización agraria profesional catalana con representatividad en Cataluña, España y Europa, que agrupa a más de 2.000 familias socias, con el objetivo de defender y asesorar a agricultores y ganaderos profesionales y ayudar a los jóvenes que quieren incorporarse al mundo agrario, con la creación de nuevos proyectos o para garantizar el relevo generacional en proyectos viables.

FCAC y JARC esperan que la Generalidad de Cataluña acepte la propuesta de modificación del redactado de la convocatoria de las ayudas a los cereales por la sequía, para favorecer de forma directa la producción del cultivo de cereal en el territorio y mantener, también, del precio final del producto .