Francia pone a consulta pública un proyecto de decreto que autoriza la siembra en 2023 de semillas de remolacha azucarera tratadas con productos fitosanitarios que contengan los principios activos imidacloprid o tiametoxam.
Como recordatorio, los cultivadores de remolacha franceses se enfrentaron a una gran crisis en 2020 relacionada con la proliferación de pulgones que propagan los virus de la ictericia en todas las regiones productoras. Esta crisis ha debilitado a todo el sector azucarero (22.000 agricultores y 21 ingenios azucareros) y ha creado el riesgo de un abandono masivo del cultivo de remolacha en los próximos años.
Es en este contexto que se aprobó la Ley N° 2020-1578, de 14 de diciembre de 2020, relativa a las condiciones de comercialización de determinados productos fitosanitarios en caso de peligro para la salud de la remolacha azucarera. Si bien reafirma el principio vigente desde el 1 de septiembre de 2018 de la prohibición del uso de productos fitosanitarios y semillas tratadas con productos que contengan una o más sustancias activas de la familia de los neonicotinoides o que presenten modos de acción idénticos, esta ley prevé la posibilidad de dictar exenciones hasta 2023 a más tardar, bajo condiciones estrictas, mientras se desarrollan soluciones alternativas al uso de estos productos.
Para ello, un Plan Nacional de Investigación e Innovación (PNRI) dotado con 7 millones de euros en créditos públicos, por un importe total de más de 20 millones de euros con la cofinanciación del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias, Alimentarias y Ambientales (Inrae ), el Instituto Técnico de la Remolacha (ITB) y empresas privadas se han desplegado para coordinar un importante esfuerzo de investigación, totalmente centrado en los amarillos de remolacha azucarera para proporcionar soluciones operativas a los agricultores en un plazo de tres años.
Sin embargo, las alternativas a los neonicotinoides, que son objeto de esta investigación, solo pueden movilizarse parcialmente y aún son insuficientes para garantizar la protección de las plántulas 2023 contra los ataques de pulgón. Además, la cosecha 2022 se vio afectada por la sequía debido a múltiples olas de calor.
En este contexto, el Gobierno considera que se podrían cumplir las condiciones para otorgar una exención para 2023. Por ello se ha elaborado un proyecto de orden por el que se autoriza, para la campaña de 2023 y por un plazo de 120 días, el uso de semillas de remolacha azucarera tratadas con un producto fitosanitario que contenga el principio activo imidacloprid o tiametoxam. El proyecto de decreto especifica las condiciones de uso de dichas semillas y se acompaña de restricciones sobre los cultivos que se pueden sembrar en los años siguientes para reducir la exposición de los insectos polinizadores a los residuos del producto.
De conformidad con lo dispuesto en la ley del 14 de diciembre de 2020, este proyecto será sometido próximamente a la opinión del Consejo de Vigilancia. Al mismo tiempo, este proyecto está abierto a consulta pública hasta el 24 de enero de 2023.
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