El presidente de ASAJA Málaga, Baldomero Bellido, ha presentado ante los medios de comunicación el Balance Agrario de la provincia de Málaga de 2023. Un balance que viene marcado por una estrepitosa caída en la facturación, marcando un descenso de 50,5 millones de euros con respecto a la de 2022 que ya era la menor de los 10 años anteriores. El sector, que facturó 701,55 millones de euros el año anterior, experimenta un declive del 7,20%, situándose en 651,04 millones de euros en 2023.
"Seguimos con los mismos problemas que en la campaña anterior, en la que la ausencia de lluvias y la falta de infraestructuras para almacenar la poca reserva que tenemos, siguen siendo dos de los principales obstáculos para los agricultores y ganaderos. Por ello hemos participado en todos los procesos de elaboración del tercer ciclo de planificación hidrológica, reivindicando todas las deficiencias que encontrábamos y los olvidos de planificaciones anteriores, aunque bien hay que decir que nuestras alegaciones no han sido todas aceptadas", exponen, indicando que la clave de este descenso en facturación ha estado marcada en su mayoría por la ausencia de agua tanto de lluvia como la almacenada.
Los insostenibles incrementos de los costes de producción ahogan a los productores (inputs agrarios, especialmente gasoil, abonos, piensos y maquinaria), viendo que hacer su trabajo les cuesta más dinero del que reciben por su venta, a pesar de la elevación de los precios de muchos productos, derivando en una situación insostenible. Por otro lado, la falta de control en fronteras y los productos que llegan desde terceros países suponen, en muchos casos, una competencia desleal que nos impide competir en igualdad de condiciones.
Respecto a la nueva PAC, se confirman los augurios que vaticinaba la organización el año pasado. "Al contrario de lo que nos querían vender desde el Ministerio de Agricultura nos hemos encontrado con un sistema plagado de obligaciones, en muchos casos imposibles de cumplir, que a día de hoy no vienen ni impuestos desde la Unión Europea, y además, los agricultores y ganaderos no recibimos ningún beneficio por ello. Al contrario, hemos sufrido un descenso en el importe de las ayudas de más de un 20% de las ayudas de la PAC", que hay que sumar -aseguran- al descenso de 50,5 millones de euros en la facturación. El ministerio ha castigado a Málaga y Andalucía, sin tener en cuenta la importancia agrícola de nuestro territorio.
Además, hacen referencia a los "continuos ataques al sector" con la publicación de normativas siempre redactadas desde la frialdad de los despachos sin conocer la realidad del día a día de agricultores y ganaderos.
Los datos del campo malagueño
El resultado final del Balance Agrario de 2023 muestra una estrepitosa bajada en la facturación de 50,5 millones de euros respecto a 2022. Que sumado al descenso de las ayudas suman 67 millones de euros menos que dejan de pasar por delante de los agricultores y ganaderos malagueños.
La cifra final de facturación del sector agrario malagueño alcanza en 2023 los 651,04 millones de euros, un descenso del 7,20 % respecto al año anterior, en el que se facturaron 701,55 millones de euros por el sector productor agrario.
La agricultura, con una cifra de 508,09 millones de euros, supone un descenso de 65,55 Millones de euros respecto al año 2022, siendo una vez más el olivar y los tropicales los grandes bastiones agrícolas de la provincia.
La ganadería, con una facturación de 142,95 millones de euros, ha supuesto un incremento de un 12,41 % respecto a 2022.
El olivar sigue siendo el cultivo mayoritario de la provincia con más de 135.000 hectáreas.
En el caso del aceite de oliva, este año 2023 nos encontramos con la campaña más baja del siglo con una producción de 30.316 toneladas. Nos tenemos que trasladar hasta el año 2003 para encontrar una cifra similar, que en este caso fue de 36.500 t. Por otro lado, el precio ha aumentado un 78,21%, de 3,35 €/kg a 5,97 €/kg, provocando este precio récord evitar un caos de la facturación.
En cuanto a la aceituna de mesa, la producción desciende de 63.224 t en 2022, a 50.526 t en 2023 mientras que el precio se ha incrementado ligeramente.
Por tanto, nos encontramos con que el descenso de la producción de aceite ha sido descomunal, (-47,14%), el descenso de la facturación (-5,8%) ha sido menor debido a los precios récord alcanzados tanto en Aceite como en Aceituna de mesa. En aceituna de mesa vemos el claro descenso de la producción (-20%), el incremento del precio (+28,3 %) ha supuesto un leve incremento de un +2,55% respecto a 2.022.
Los cultivos hortícolas y tubérculos han incrementado su facturación en un 1,44 %, alcanzando la cifra de 142,29 millones de euros, lo que supone un ESTANCAMIENTO con un aumento de la facturación de solo 2,3 Millones de euros.
En el caso del tomate, desciende la facturación un 17,84 %, lo que se traduce en que se facturan 7,36 millones de euros menos. Marruecos, Holanda y Bélgica incrementan sus volúmenes y se producen incremento en los costes producción.
El pimiento se mantiene estable, con un descenso de producción de un 5.55 % pero un precio que ha ayudado a incrementar la facturación un 34%
La alcachofa sube su facturación un 3,56%, que suponen 0,22 millones de euros más que el año pasado.
Las judías verdes, que remontaron el año pasado tras un annus horribilis 2021, ven como este año se convierte en el peor de la serie con un descenso de 3,90 millones de euros respecto a 2022.
Y, por último, la patata sufre el descenso del 12% en su facturación con 1,15 millones de euros menos, cifrándose en 8,40 millones de euros.
Los cultivos tropicales de la provincia han generado una facturación de 85,08 millones de euros, por lo que esta se ve reducida de forma notable, con un descenso del 18,3% respecto a 2022. El descenso de facturación en dos años ha sido del 42,46%.
Respecto al aguacate, a pesar de que el inicio de la campaña parecía esperanzador, finalmente se ha saldado con un 30% menos de producción, con 26.600 t, debido a la situación de sequía, lo que revierte en una bajada en la facturación de un 11,54%, respecto a 2022, situándonos en niveles de hace 10 años, con un total de 67,56 millones de euros.
En cuanto al mango, desciende la producción de forma drástica frente al año pasado, un 75.7% menos, recogiéndose uno escasos 8 millones de kilos mientras que la facturación cae hasta los 14,40 millones de euros. Esto se traduce en que, en los últimos dos años, el descenso de facturación se sitúa en el 48,57%.
Los cítricos malagueños, concentrados fundamentalmente en el Valle del Guadalhorce, han vivido nuevamente una campaña que se puede catalogar como ruina absoluta, por problemas en los lineales y entradas de productos de terceros países. El año pasado, la organización ya hablaba de ruina, y en esta ocasión los citricultores ven como su producción ha descendido, respecto a 2022, un 18%.
La naranja, tras el descalabro del año pasado, se sitúa en una facturación de 15,40 millones de euros. Por su parte, los pequeños cítricos suben su facturación hasta los 7,02 millones de euros. El limón es el gran perjudicado de este año cayendo su producción (sobre todo de la variedad Verna) un 33%, recordamos que ya venía de un descenso, su facturación cae hasta 14,8 millones de euros.
El almendro vuelve a descender en su facturación hasta situarse en los 3,59 millones de euros, un 14% menos que la pasada campaña, que ya veníamos de una fuerte bajada.
La castaña, como hemos ido anunciando, ha sufrido una bajada en picado, situándose su facturación en 0,80 millones de euros. La producción apenas ha llegado a las 400 toneladas, mientras que el año pasado hablábamos de desastre con 1.500 toneladas. Esto viene provocado por enfermedades, plagas y sequía. El cultivo ha entrado en una situación crítica y con pocos visos de solución a corto plazo.
El viñedo vive el peor año de la serie. La facturación total se sitúa en 2,15 millones de euros.
Por otra parte, de los cultivos herbáceos se ha sembrado la misma superficie que en 2022, aunque gran parte no se ha cosechado y los precios no han acompañado. La facturación total ha caído un 71,7% y la producción un 68%. La facturación total de estos herbáceos desciende hasta los 11,77 millones de euros, un 71% menos que el año anterior. Ha habido innumerables parcelas en las que ha valido más la paja que el grano al no existir este. Muchos agricultores optaron por henificar sus cereales sin llegar a meter la cosechadora.
Ganadería
Es importante volver a recordar que los ganaderos malagueños aparte de criar y producir hacemos una importante labor de contención de enfermedades que entran desde el norte de África, para evitar su propagación en la Unión Europea, por lo que "SEGUIMOS demandando un apoyo adicional a ese gran esfuerzo que realizan nuestras explotaciones ganaderas, con inmovilizaciones y actuaciones sanitarias preventivas cuyo coste asume el propio ganadero".
En porcino blanco encontramos este año subida del 3,78% de facturación respecto a 2022, o lo que es lo mismo, 56,29 millones de euros en facturación. En el porcino ibérico la subida se sitúa en el 4,70%, que traducido a millones de euros, asciende a 1,78 millones de euros.
En ganado caprino, hallamos un descenso de 5.434 cabezas, que unidas a las 10.261 cabezas de 2022, supone un 9,5 % de bajada del censo en dos años
La leche de cabra con 49,6 millones de euros de facturación, frente a los 39,12 millones de euros de 2022 ha tenido un importante incremento, no por la cantidad sino por el precio de la leche. La carne de chivo sigue sin recuperación, con una facturación de 6,05 millones de euros.
Aunque la facturación es positiva, sigue teniendo graves problemas como los costes inasumibles, sobretodo de forraje, llegando en muchos casos a tener que reducir la cabaña por desabastecimiento de forraje y falta de disponibilidad de agua para abrevar toda la cabaña. Desde ASAJA participamos activamente en la coordinación de la distribución de cubas por parte de instituciones a las explotaciones ganaderas.
El vacuno de carne se sitúa en 5.314 cabezas, con una facturación de 6,20 millones de euros.
La avicultura (carne de ave y huevos) ha experimentado una subida de precio en carne de ave y descenso en el de los huevos. La facturación en millones de euros de la avicultura se sitúa en 12,93 millones de euros.
En resumen, los niveles de facturación agraria de Málaga descienden, incrementando el desastre de la campaña pasada y aún más debido al descenso de la cuantía de las ayudas de la PAC. Se ha puesto de manifiesto que la falta de agua afecta a la facturación agraria, al empleo en las zonas rurales y no auguran un escenario apropiado, trabajándose por debajo de los costes de producción, con pérdidas, lo cual provoca el abandono de explotaciones, dificultando el relevo generacional y el futuro de lo que era la pujante agricultura malagueña.