Durante el invierno se producen bruscos cambios de temperatura derivados de la gran amplitud térmica propia de esta época del año. Uno de los factores que afecta a la calidad y producción en los cultivos hortícolas es el salto térmico que se produce del día a la noche disminuyendo drásticamente la temperatura en muy pocas horas, lo que altera el funcionamiento biológico de la planta.
Las consecuencias para la planta de ese estrés térmico van desde la paralización de su actividad hasta efectos más severos como su aflicción, pudiéndose producir fisiopatías, alargamiento de entrenudos, disminución de la floración y, en el momento del cuajado, malformaciones de los frutos.
En invierno, cuando el riesgo de sufrir una helada es alto, especialmente en cultivos al aire libre, el uso preventivo de OSMONUBOL permite equilibrar la presión osmótica y aumentar la tolerancia de la planta ante las bajas temperaturas, minimizando los efectos dañinos.
Con las bajas temperaturas se produce una pérdida de masa radicular de la planta afectando a su capacidad de absorción de agua y nutrientes, lo que supone una disminución de la productividad y la calidad del fruto, reduciendo el rendimiento de la cosecha. Para contrarrestar esta situación, el uso de enraizantes como RET-WIN plus o RADIKO activa de nuevo el crecimiento y desarrollo del sistema radicular (pelos absorbentes y raíces secundarias), favoreciendo que el cultivo produzca con normalidad en épocas de estrés térmico. La aplicación de RET-WIN plus o RADIKO aporta al cultivo biomoléculas y/o microorganismos activadores de la rizogénesis que incrementan la capacidad de absorción de la raíz y producen un efecto estimulante y vigorizante de las funciones vitales de la planta.
Para acelerar la recuperación del cultivo aconsejamos el empleo (vía foliar) de RET-SUL, la solución que permite impulsar el crecimiento vegetativo de los cultivos ante condiciones bioclimáticas adversas.
Como hemos determinado anteriormente, las bajas temperaturas pueden afectar a las etapas de floración y cuajado. Con la aplicación de los productos QUAYAT o MICRONUBOL lograremos:
• Evitar los abortos florales y las malformaciones de los frutos cuajados.
• Mantener la absorción de fósforo en suelos fríos.
QUAYAT y MICRONUBOL pueden aplicarse tanto vía foliar como radicular. Esta particularidad es importante ya que favorece su empleo en fertirrigación en aquellos momentos en que la humedad ambiental es muy alta o cuando las aplicaciones foliares no son recomendables.
El enraizante RADIKO, el bioestimulante MICRONUBOL y el activador fisiológico OSMONUBOL forman parte de nuestro catálogo de productos aptos para agricultura ecológica.
¡En invierno, ayuda a tu cultivo!