La Asamblea General de las Naciones Unidas celebra cada 11 de febrero, desde el año 2016, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha dedicada a reivindicar la igualdad de género en el acceso y participación en esta rama de la vida y del conocimiento.
Con motivo de esta efeméride, Seipasa presenta el testimonio, las motivaciones y los referentes que estimularon la carrera científica e investigadora de parte de las mujeres de su equipo. A través de esta serie de entrevistas conocemos la historia de 4 mujeres que, en sus diferentes disciplinas, decidieron hacerse un hueco en el mundo de la ciencia para poner por delante de todo su talento, esfuerzo y trabajo.
Marta Muñoz es doctoranda industrial en Ciencias y Tecnologías Agrícolas e investigación con compuestos naturales. Trabaja como especialista de desarrollo de productos en Seipasa.
1.- ¿Por qué decidiste iniciar una carrera como investigadora?
Principalmente, por mi pasión por la agricultura, qué es una cosa que me encanta, y por las ganas de conocer y mejorar. Además, una de las cosas que más me anima cada día es el cambio que se está produciendo en la manera de gestionar y de producir hacía una agricultura más eficiente, más sostenible y que necesita investigación para continuar. Al final, esto también encaja perfectamente con mis ideales, con mis principios y con el puesto de trabajo que estoy desempeñando actualmente.
2.- ¿Qué esperas que tu trabajo de investigación aporte a la ciencia?
Espero que aporte nuevas herramientas para el manejo de plagas, de enfermedades y de malas hierbas. Me encantaría que estas estrategias de control se integrasen dentro de lo que son los agroecosistemas y que facilitasen la producción de alimentos sin residuos y con una mayor calidad.
3.- ¿Por qué animarías a las niñas a desarrollar una carrera en el mundo de la ciencia?
Porque es una carrera apasionante, llena de posibilidades y de colaboraciones internacionales que te abren la mente y que te hace conocer otras culturas. Es muy divertido y, por supuesto, queda mucho por hacer. Al final, se trata de sumar para conseguir un mundo mejor.
María Busolo es licenciada en Química y doctora en Química Sostenible. Trabaja como gestora de proyectos de I+D en Seipasa.
1.- ¿Cuál ha sido tu referente (femenino) en el mundo de la ciencia?
Yo no supe de mujeres dedicadas a la ciencia hasta que fui adolescente. Aprendí sobre grandes inventores y científicos que siempre eran hombres. A los 16 años, cuando empecé a estudiar sobre materiales radioactivos, descubrí a Marie Curie. Ella fue la primera mujer de la que tuve una noción porque había trabajado precisamente en esa área. Ya de adulta, como química, sí he tenido la oportunidad de conocer el trabajo y el aporte de muchas otras mujeres en disciplinas muy diferentes, no solamente en química, aunque no siempre han sido conocidas o reconocidas.
Una de mis últimas sorpresas fue el caso de Rosalind Franklin. Había estado trabajando con Watson y Crick en la determinación de la estructura del ADN, que todos conocemos, pero fueron sus compañeros varones los que se llevaron todo el mérito y el Premio Nobel, sin ni siquiera hacer referencia el trabajo de Rosalind.
En mi caso, a medida que voy conociendo las aportaciones de estas mujeres, todas se convierten en mi referencia, no solamente por sus logros científicos sino por cómo lo han hecho, cómo han trabajado y cómo han sido como personas.
2.- ¿Qué te inspiró para estudiar Química y, posteriormente, convertirte en doctora en esta materia?
De pequeña quería estudiar Medicina, pero pronto me di cuenta de que me daba miedo la sangre. Cuando empecé a estudiar Química en el instituto descubrí cuánto disfrutaba en contraposición a mis compañeros, que sufrían la asignatura.
En esa época, mi madre trabajaba como administrativa en un centro de investigación y tuve la oportunidad de visitarlo en varias ocasiones. Una vez vi los laboratorios y supe que ese era mi sitio. De hecho, Química fue mi primera opción, mi única opción de estudios universitarios.
Posteriormente, ya trabajando como química, me he dado cuenta de que necesitaba especializarme en aspectos muy específicos, que era necesario seguir con mis estudios, primero de máster y finalmente de doctorado. Estoy muy contenta de haber hecho ese esfuerzo.
3.- ¿Qué has aportado a la ciencia con tu labor investigadora?
Puedo decir que tengo 15 artículos escritos en revistas arbitradas en áreas de catálisis y ciencia de los materiales, principalmente en envases activos para alimentos. Soy coautora de 5 capítulos de libros técnicos, también en materiales activos y polímeros. Soy coinventora en 4 patentes.
Además, creo que he sido capaz de transmitir esa pasión y cariño que siento por la química, por el trabajo bien hecho y por la investigación, a los estudiantes con los que yo he tenido la oportunidad de trabajar. También a otros clientes para los que yo he trabajado y para los que he desarrollado soluciones técnicas. Creo que, en general, he contribuido con un modelo femenino positivo en mi entorno más cercano, mi familia y mis amigos.
Francesca Chornet es ingeniera agrónoma. Trabaja como técnica de Calidad y Medio Ambiente en Seipasa
1.- ¿Qué ha aportado la ciencia a tu yo profesional?
La ciencia me ha permitido desarrollar mi capacidad de análisis y razonamiento. Me ha permitido experimentar y me ha ayudado a no tener miedo de cambiar de rumbo cuando ha sido necesario
2.- ¿En qué momento decidiste que querías estudiar Ingeniería Agrónoma?
Fue en mi último año de bachiller. No tenía muy claro qué quería hacer, aunque sabía que sería en la rama de ciencias. Empecé a pensar y valorar las cosas que me gustaban: las plantas, los animales, los alimentos... Y entonces decidí estudiar Ingeniería Agrónoma, ya que abarcaba muchas de ellas. Por otro lado, como anécdota, mi padre también había estudiado Ingeniería Agrónoma y, cuando era pequeña, siempre decía que yo también quería cuidar a los árboles y curarlos, decía que quería ser el médico de las plantas, como él.
3.- ¿De no haber sido ingeniera agrónoma, a qué otra rama de la ciencia te hubiese gustado dedicarte?
Está claro que me hubiese dedicado a Ciencias de la Salud, sobre todo por ese deseo innato de ayudar, de cuidar y mejorar la salud de los seres vivos. Recuerdo visitar en el instituto las instalaciones del Politécnico y las instalaciones de Medicina, ya que no tenía muy claro si estudiar Enfermería y especializarme en matrona.
María Eugenia Oliver es ingeniera técnica agrícola y delegada comercial de Seipasa en Murcia
1.- ¿En qué punto de tu vida confluyeron la ciencia y la pasión por la agricultura?
En mi caso, desde bien pequeña me gustaba leer revistas de divulgación científica como Muy Interesante, Geo y, posteriormente, National Geographic. Además, siempre andaba mirando las enciclopedias de ciencias naturales que estaban por casa, ya que sentía un gran interés por todos los animales y plantas que podíamos encontrar en nuestro entorno y, en general, en otros lugares.
2.- Háblanos de aquella profesora, aquel libro, aquella autora que te sirvió de inspiración.
Para mí sí hubo una profesora que de verdad me hizo saber que quería estudiar una carrera de ciencias. Fue Isabel, una profesora de Biología en el instituto. Nos explicaba las clases con tanta pasión que, incluso a la gente a la que no le gustaba la asignatura, le parecía interesante. De hecho, siempre nos decía que en la ciencia está la respuesta a muchas preguntas de la humanidad.
En cuanto a algún libro o autora, recuerdo con cariño 1001 cosas que todo el mundo debería saber sobre ciencia. Este libro era un aliciente más para responder a la curiosidad de muchas preguntas que te iban surgiendo.
3.- ¿De qué forma darías más visibilidad a jornadas como este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia?
Iniciativas como esta que habéis puesto en marcha en Seipasa son una manera de visualizar el trabajo de la mujer en la ciencia y en la agricultura. A lo largo de muchos años, en algunos sectores como el nuestro, la mujer ha estado un poco en segundo plano. Afortunadamente, en los equipos de trabajo cada vez se nos da más visibilidad y se cuenta más con nosotras.
Considero que, en cada empresa, grande o pequeña, la mujer debe ser igual de importante que el hombre a la hora de tomar decisiones. Y, sobre todo y lo más importante, hay que educar a nuestros pequeños en esos valores para que la igualdad no sea algo cuestionable en esta sociedad.