La empresa valenciana de nutrición y sanidad vegetal Antonio Tarazona, consciente de las necesidades de la agricultura moderna, cada vez más tecnificada, está a pleno rendimiento, desarrollando continuamente nuevas soluciones más eficientes que se adapten a las necesidades de los agricultores.
En ese sentido, cobra especial relevancia la novedad de Antonio Tarazona, Taravert® King Kong®, que según explica Alberto de la Peña, Product Manager de la compañía, se trata de un bioestimulante 4.0 con registro para su utilización en agricultura ecológica que influye positivamente sobre el crecimiento y desarrollo de las plantas, mejora el transporte de iones facilitando la absorción de nutrientes, lo cual repercute directamente sobre los procesos metabólicos de respiración, fotosíntesis y síntesis de proteínas, mejora la estructura del suelo, ayuda a retener el agua e incrementa los rendimientos productivos del cultivo: “Lo utilizamos vía fertirrigación para conseguir un mejor aprovechamiento de los nutrientes del suelo. Tiene un pH ácido, lo que hace que libere o desbloquee ciertos nutrientes que están en el suelo y que la planta por sí sola no es capaz de tomar. Además, tiene un efecto bioestimulante sobre la planta bastante importante para ciertos cultivos”. Un producto que, como indica De la Peña, sigue el concepto de Fertilosofía® creado por Antonio Tarazona: “Hemos creado un concepto, la Fertilosofía®, a través del cual pretendemos producir fertilizantes de una manera sostenible y que el agricultor pueda optar por esos productos para criar sus cultivos de una manera sostenible medioambiental, económica, social y agronómicamente hablando. Nuestro bioestimulante 4.0 engloba todas esas facetas con las que nosotros identificamos el concepto de Fertilosofía®: no sólo tiene que tener un efecto positivo para la planta, sino también para el agricultor y para el medio ambiente”.
Además, desde hace aproximadamente un año, Antonio Tarazona, una empresa familiar que nació como fabricante de fertilizantes, ha complementado su catálogo con una línea de fitosanitarios, ya que, como indica Mar Miravalls, directora de marketing de la firma, “nuestro objetivo es ofrecer una solución integral para el cultivo, tanto a nivel de nutrición como de sanidad: ya sea un nutricional, un bioestimulante, un fertilizante tradicional o incluso ahora también a través de fitosanitarios o productos para el biocontrol de enfermedades”, así como el Product Manager de la empresa matiza que están haciendo “hincapié en productos de valor añadido, como los bioestimulantes o fertilizantes de última generación a través de moléculas inhibidoras que los hace mucho más eficientes”. De esta manera, otra de las novedades de Antonio Tarazona es su familia Taractive®, perteneciente a la línea de fitosanitarios o protección de cultivos.
Dentro del catálogo de Antonio Tarazona, según explica Alberto de la Peña, “muchos de los productos que fabricamos, tienen la certificación para su uso en agricultura ecológica, por lo que tenemos un catálogo exclusivo para agricultura ecológica, aunque también son válidos para su uso en la agricultura convencional”.
Por volumen de negocio, los productos más demandados de Antonio Tarazona en España son los nitrogenados, ya que, según De la Peña, “hemos estado nuestra historia viene de un mercado cerealista, de mucho volumen, donde todo éste volumen de consumo se centra en los fertilizantes N y NPK. por lo que el mayor volumen de venta se centra en los NPK. Ahora, nosotros incorporamos moléculas inhibidoras para hacerlos más eficientes”, como es el caso de la familia eNebe®, fertilizantes con nitrógeno inhibido con LIMUS®; o la familia de fertilizantes nitreNe®, fabricados con el agente inhibidor de la nitrificación DMPP , ambas fabricadas siempre con las mejores materias primas para realizar una fertilización eficiente que permite un mayor aprovechamiento del nitrógeno aportado a la vez de ser más sostenibles medioambientalmente hablando.
Antonio Tarazona, que tiene presencia en todas las provincias españolas a través de distribuidores con un perfil técnico y cualificado, cuenta además con un departamento de exportación, “mediante el cual tenemos presencia en Portugal; el norte de África, a través de una filial que tenemos allí; así como en todo Oriente Medio, Asia, sur y este de Europa y en algunos países de Sudamérica”. Asimismo, “dentro de nuestro equipo, nuestros comerciales son a su vez técnicos, con lo cual, nuestra forma de trabajar no es solo vender nuestras soluciones, sino que una vez que hemos vendido el producto a nuestros clientes, les hacemos un seguimiento durante todo el año y vamos a las fincas para ver cómo están funcionando nuestros planes de fertilización en los cultivos”, comenta el Product Manager; un contacto continuo con el agricultor en el que éste les explica su “necesidad de contar con productos de calidad, que no le den problemas a la hora de usarlos en los cultivos ni a la hora de la comercialización de los frutos por contar con los estándares requeridos por las cadenas de distribución, de forma que se compense el precio de los insumos con el efecto positivo que obtiene de su aplicación”.
Unas necesidades que Antonio Tarazona tiene en cuenta en su Departamento de I+D+i para el desarrollo de nuevos productos: “Nuestra filosofía para seguir ofreciendo soluciones a nuestros clientes es, a la hora de hacer ensayos, contar con universidades y organismos oficiales. Por ejemplo, tenemos pruebas de campo con la Universidad de Córdoba, colaboramos con el INTIA de Navarra, el ITAGRA y el IVIA de Valencia, con la Universidad de Palma de Mallorca, entre otras entidades de investigación, y tenemos un proyecto de microorganismos con la Universidad de Murcia. Siempre intentamos colaborar con ellos en proyectos que tengan o quieran sacar adelante, o buscándolos nosotros a ellos para que respalden de una manera más técnica el funcionamiento de nuestros productos, confiriéndoles una mayor credibilidad”, explica De la Peña, quien continúa señalando que "ahora nos encontramos inmersos en el proyecto europeo Innovatrigo: nosotros proveemos fertilizante para la producción de trigo, que se convertirá en harina y a su vez en pan, que llegará al consumidor final de una manera sostenible, disminuyendo de forma considerable las emisiones de CO2 y óxido nitroso, que tanto preocupan a la sociedad. Se trata de un proyecto que dura tres años a través del cual estamos introduciendo, no sólo técnicas de manejo de fertilizantes, sino nuevas tecnologías en éstos, ya sea con bioestimulantes específicos para subir la proteína del trigo o con inhibidores en productos NPK, que hacen que el nitrógeno no se pierda por volatilización ni por lixiviación. De esta manera, se están haciendo pruebas para que Carrefour, que es una de las empresas que están incluídas en el proyecto, lance un sello que indique que el pan ha sido elaborado con una menor huella de carbono".
Redacción Infoagro: Lydia Medero
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