UPA Andalucía ha realizado un mes más su análisis del mercado de aceite de oliva. Concluye su secretario general, Miguel Cobos, que “estamos ante una campaña récord en comercialización que se situará por encima de las 1.600.000 toneladas, y se confirma que el enlace de campaña se ubicará por debajo de las 500.000 toneladas, un 30% menor que el enlace de hace 12 meses”.
Durante todo el transcurso de la campaña, el ritmo de salidas ha sido elevadísimo, lo que demuestra la salubridad del sector y la alta demanda que tienen nuestros aceites de alta calidad en los mercados mundiales. A pesar de ello, hemos estado conviviendo con un mercado que sigue marcado por la especulación, con una falta de solidaridad absoluta por parte de la industria, que sigue pagando precios de ruina a los agricultores por debajo de costes de producción. Y que, además, sigue importando altas cantidades de aceite de terceros países, a pesar de las elevadas existencias en el nuestro, precisamente para seguir especulando.
La organización agraria, a través de su secretario general Miguel Cobos, informa que “el aceite producido hasta el mes de agosto ha alcanzado un acumulado en nuestra región de 897.367 t y en España de 1.121.702 t”.
El total de salidas entre las exportaciones y el mercado interior aparente del mes se han situado en las 124.000 t, teniendo en cuenta unas importaciones estimadas de 14.000 t. Y es que, prosigue Cobos, “si en toda la pasada campaña importamos un volumen total de aceite de 143.000 t, esta campaña vamos a finiquitarla con unas importaciones de nada menos de 240.000, un 40% más de aceite importado que la campaña pasada, y un 44% más que la media de las últimas cinco. Una auténtica barbaridad”.
He aquí, por tanto, señalan desde UPA Andalucía, una de las cuestiones que vienen a agravar la problemática de precios del sector: “las ingentes cantidades de importaciones que la industria trae de terceros países, unos aceites que no cumplen con las mismas exigencias de calidad, fitosanitarias, medioambientales y laborales que el nuestro, y que de seguir por esta vía, podría llegar a destruir el tejido productivo de nuestro sector olivarero por arañar de forma mezquina unos céntimos en el aceite importado”.
Atendiendo a los datos de entradas y salidas de aceite de oliva, las existencias totales a 30 de agosto se sitúan en las 620.422 t repartidas entre 333.225 t en almazaras, 252.126 t en envasadoras y refinerías, y 35.071 t en el Patrimonio Comunal Olivarero.
Estamos, por tanto, “ante una campaña de comercialización récord y hay razones más que de sobra para que la próxima campaña, con los aceites nuevos, comience con una clara y notoria mejoría de precios a percibir por los agricultores, que se sitúen por encima de sus costes de producción, dando cumplimiento así a la nueva Ley de la Cadena Alimentaria. Que no les quepa duda a los operadores que estaremos vigilantes para denunciar cualquier incumplimiento por parte de los operadores de esta ley, una ley que recordemos ha incrementado considerablemente el importe de sus sanciones y que hará pública la lista de infractores”, indica Cobos.
Finalmente, mirando el contexto de previsión de aforo mundial de aceite de oliva, las noticias que nos llegan también son halagüeñas, ya que, a pesar de que para la campaña próxima se espera algo más de producción que en la presente, rondando las 1.500.000 t si la climatología no nos da un revés, en el resto de países del arco Mediterráneo las estimaciones son a la baja, por lo que la producción total mundial de la campaña próxima será algo inferior a la de esta. “Esto se traduce en que lideraremos aún con más fuerza el panorama del mercado mundial y debemos ser los que marquemos el paso de las cotizaciones para que nuestros agricultores perciban, de una vez por todas, y tras dos campañas seguidas ruinosas, unos precios dignos y razonables”, concluye Miguel Cobos.