LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders ha presentado a las Administraciones (Consejería de Agricultura de la Comunidad Valenciana y a la Diputación de Castellón) los trabajos que lleva a cabo en la planta del CITA en Segorbe -cedida por la Conselleria de Agricultura- para transformar mediante el proyecto europeo Relive Waste los purines de la ganadería porcina en biofertilizante o en agua con una baja concentración en nitratos.
Se trata de la segunda jornada de puertas abiertas de la planta piloto instalada en Segorbe, la única de España de las cuatro existentes en Europa destinada a este fin, donde toda aquella persona interesada puede conocer más acerca del proyecto y trabajar conjuntamente en una estrategia de futuro sobre la correcta valorización de los purines. Ha asistido una representación de la comisión ejecutiva de LA UNIÓ encabezada por el secretario general Carles Peris y responsables ganaderos, a los que han acompañado el Director General de Agricultura y Ganadería de la Conselleria de Agricultura, Roger Llanes; el director territorial en Castelló, Tomás Verdejo; el presidente de la Diputación de Castelló, José Martí y los diputados provinciales Santiago Pérez e Ignasi García, entre otros.
LA UNIÓ, junto a la Fundación Global Nature que participa también en el proyecto, apuesta por soluciones innovadoras para la gestión de subproductos ganaderos testando a escala de granja, una tecnología que transforma los desechos del ganado en fertilizantes orgánicos con valor comercial contribuyendo al crecimiento inteligente y sostenible y a la creación de nuevos negocios y oportunidades de mercado.
Interreg MED Re-Live Waste es un proyecto europeo financiado a través del programa INTERREG MED en la línea Green Growth que se desarrolla desde 2018 en España, Italia, Chipre y Bosnia-Herzegovina y que busca poner solución a estos problemas, implantando, a escala de granja, plantas piloto para testar el uso de tecnologías innovadoras que conviertan esos subproductos en recursos aprovechables por el propio sector, ayudando así a cerrar el ciclo y ayudando a generar una actividad más competitiva. Con las muestras seleccionadas en la planta se realizará un estudio agronómico que demuestre cuál es la eficacia de este compuesto como fertilizante en diferentes tipos de cultivos.
Precisamente, las investigaciones realizadas hasta la fecha van por buen camino y en esta segunda jornada se han podido observar in situ mejoras sustanciales respecto a la primera. El objetivo es comenzar ya los ensayos agronómicos, cuyos resultados se conocerán junto al plan de negocio a lo largo del próximo mes de septiembre. El plan de negocio prevé desarrollar una planta tipo con un volumen de 50 metros cúbicos por día y un rendimiento de 17 kg/m3. La inversión es de unos 100.000 euros y quedaría amortizada si todo va bien en un periodo de siete años como máximo.
Se trata de un buen ejemplo de economía circular: se recuperan nutrientes y se evita el consumo de recursos agotables. Los purines y estiércoles son ricos en fosfatos y nitrógeno y recuperarlos es una manera de reducir un impacto ambiental a la vez que recircularlos de nuevo hacia el sector en beneficio tanto del agricultor (ahorro en fertilizante o incluso venta de fertilizante), como de la sociedad (ya que el fosfato que hoy se incluye en los abonos proviene de minas sobreexplotadas y reducir la dependencia resulta estratégico).