La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA-Murcia) ha señalado que el sector vitivinícola es uno de los que se han visto más afectados por la crisis de la COVID-19, golpeado por la brutal caída de actividad del sector de hostelería y restauración en toda Europa, lo que ha tenido graves consecuencias en la comercialización de los vinos.
Ante la delicada situación del sector, la organización agradece que la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente haya respondido positivamente a la petición de la UPA de convocar a la “Mesa del Vino” de la Región de Murcia. UPA entiende que “ante la gravedad del escenario actual, la cooperación entre bodegas, cooperativas y viticultores, así como el compromiso del Gobierno Regional, resultan imprescindibles para superar la situación”.
UPA recuerda que los viticultores murcianos han encadenado varias campañas al límite de su resistencia y que la falta de rentabilidad se ha traducido en masivos arranques de viñas que han reducido casi a la mitad la superficie destinada al cultivo; y ello de forma localizada en algunas de las zonas más desfavorecidas de la región en las que la viña desempeña una importantísima función medioambiental además de su importancia socioeconómica.
“Está en peligro la continuidad de la elaboración de vinos de calidad en la Región de Murcia”, señala UPA, porque sin viticultores no hay producto para las bodegas y es responsabilidad de todos asegurar la supervivencia de un sector que aúna como pocos valores culturales, medioambientales y socioeconómicos y que son seña de identidad de nuestra tierra.
Ante la próxima reunión de la Mesa del Vino, UPA pide la unidad de todas las partes que componen el sector vitivinícola y el compromiso del Gobierno Regional para la implementación de medidas extraordinarias que deben ser exprimidas al máximo en beneficio del conjunto del sector.