En estos tiempos complicados y de excepcionalidad que sufrimos por impacto del coronavirus en nuestras vidas, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía quiere poner en valor, más que nunca, el trabajo de agricultores, ganaderos, cooperativas y sector agroalimentario en su conjunto. Momentos, los actuales, en los que dos sectores se revelan imprescindibles, el sanitario y el alimentario, sin olvidar las fuerzas de seguridad tan necesarias para mantener el orden y garantizar el cumplimiento de las medidas adoptadas por el Gobierno.
Precisamente, y en línea con lo ratificado por la Administración nacional, Cooperativas Agro-alimentarias recuerda que los productos de primera necesidad, como son los alimentos, no están afectados por problemas de movilidad; ni ellos, ni las empresas que los producen y transforman, tales como las cooperativas. Lo que sí se ha hecho, siguiendo estrictamente las recomendaciones sanitarias, es extremar las medidas de protección e higiene, a fin de evitar contagios entre trabajadores y continuar garantizando los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria al consumidor, así como el abastecimiento.
Por tanto, el suministro está y estará garantizado. Los problemas puntuales de desabastecimiento en grandes superficies se deben a compras masivas, desde primera hora de la mañana, derivadas de la conmoción generalizada. Sin embargo, cada día, gracias a productores, cooperativas (las cuales concentran el 50% de la producción en Andalucía, llegando al 70% en algunos sectores), industrias, transportistas, centros de distribución y todas las personas que trabajan en este sector y que no pueden quedarse en casa (a no ser que presenten síntomas), los lineales vuelven a estar repletos de alimentos.
En consecuencia, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se suma al llamamiento del Ministerio de Agricultura, para pedir responsabilidad ante la excepcionalidad. Insiste en que el suministro está garantizado e insta a todos los andaluces a consumir con “normalidad”, para evitar complicaciones innecesarias como las que se están produciendo estos días: incremento exponencial de la actividad en la producción e industria alimentaria y desabastecimientos puntuales en mercados y supermercados, que añaden mayor alarmismo a la situación, de forma injustificada.