La superficie afectada por la rata topo en diferentes ayuntamientos de la provincia de Lugo se sitúa en las 1.629,63 hectáreas, en un total de 2.995 parcelas. Así lo reflejan las declaraciones hechas por los propios afectados, una vez finalizado el plazo que ellos mismos solicitaron ampliar a la Xunta para hacer esta evaluación. Los municipios lugueses en los que se detectó la presencia de este roedor son los de As Nogais, Baralla, Cervantes, Folgoso do Courel, Navia de Suarna, Pedrafita do Cebreiro, Samos y Triacastela.
Teniendo en cuenta esta información, técnicos de la Consejería de Medio Rural se desplazarán de nuevo a la zona afectada para determinar la población de roedores y evaluar las posibles medidas a adoptar, siempre de acuerdo con la normativa vigente sobre el particular. El personal de la Xunta ya trabajó sobre el terreno en noviembre pasado. En aquel momento, los ganaderos y agricultores afectados se comprometieron a trasladar los datos del incidente después del Puente de la constitución. Posteriormente, ellos mismos solicitaron que se ampliara ese plazo de declaración, algo que la Consellería aceptó, prolongándolo hasta después de la festividad de Reyes.
A partir de ahora volverán a mantenerse reuniones con los afectados para evaluar y consensuar las medidas a aplicar. Así, se analizarán los diferentes métodos de lucha contra este animal permitidos por la legislación y compatibles con la actividad ganadera y con el medio ambiente. En un primero momento, los propios afectados trasladaron a la Xunta que las medidas a llevar a cabo no tendrían efecto en períodos de lluvia ni de nieve, unas condiciones que, como es sabido, se vinieron dando desde noviembre de 2019 hasta prácticamente finales del pasado año.
Hace falta recordar, por último, que el propio consejero informó en el Parlamento sobre esta cuestión y advirtió que la presencia de estos roedores no es novedosa, ya que hubo un caso semejante en 2010. Luego, fue atajado con un principio activo que en la actualidad no está autorizado, por lo que el titular de Medio Rural apeló a la cautela, a la responsabilidad y a la prudencia para gestionar este problema, unos principios que siguen rigiendo la actividad del Gobierno gallego al respecto.