La Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha confirma la entrada de una nueva plaga importada de terceros países que ya afecta a 5.000 hectáreas de cítricos en la comarca de la Vega Baja, una muestra que refuerza la necesidad "de extremar e intensificar los controles en los puertos de entrada de material vegetal", como viene reclamando la consejera de Agricultura, Mireia Mollà, desde que tomara posesión hace ahora un año.
La nueva plaga detectada es la Pulvinaria poligonata, una especie de cochinilla que se alimenta de material vegetal y que afecta a los cítricos, particularmente al limonero, seguido de naranjos y mandarinos. Importada de terceros países, como ya ocurriera con el cotonet de les Valls, "no solo supone un riesgo añadido para los cultivos sino que comporta un incremento de los costes que reduce la rentabilidad de las explotaciones", en palabras de la consejera.
Mollà ha rechazado la "permisividad de la Unión Europea" en materia comercial y de controles, "que obliga al uso de plaguicidas para hacer frente a nuevas plagas y enfermedades con la consiguiente incidencia sobre el medio ambiente y la salud de las personas y los consumidores".
En este sentido, ha cuestionado la estrategia que propone la reducción de pesticidas y otros agentes químicos, como la que plantea el documento 'De la granja a la mesa', mientras la "laxitud" en el control de los puertos de entrada en territorio europeo "crea la necesidad de aplicar este tipo de tratamientos para proteger nuestras cosechas".
La consejera también ha trasladado la presión sobre la "urgencia en la intensificación de las inspecciones" al ministro de Agricultura, Luis Planas, -competente en la materia- ante la expansión de la Pulvinaria hacia el sur y el norte de la provincia de Alicante.
El seguimiento de la Consejería de Agricultura, no obstante, ha permitido comprobar la eficacia de un predador natural, conocido ampliamente para combatir la plaga del Planococus citri (cotonet). A pesar de su uso habitual, este insecto no se aclimata adecuadamente y necesita inversión para las instalaciones destinadas a la reproducción y cría para su posterior reparto.
Por todo ello, la consejera ha reclamado una partida presupuestaria de 3 millones de euros anuales para "desarrollar una alternativa de lucha biológica viable contra una plaga introducida por un insuficiente control en frontera", ha indicado.
La propuesta de la Consejería anticipa así la respuesta a La Unió, que este lunes ha remitido un escrito notificando la detección del organismo nocivo con el fin de adoptar las medidas para su erradicación.