Xavier Vela, presidente de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña, ha pedido a Torra que el Gobierno de la Generalidad defina el modelo de producción agraria que quiere para Cataluña, y lo defienda en Madrid y en Bruselas. La organización agraria ha puesto de manifiesto que este modelo debería estar enfocado a los profesionales y poner especial atención a los jóvenes. En la actualidad el promedio de edad de los agricultores en Cataluña es de más de 60 años, y ha habido un descenso del 13,5% del número de explotaciones agrarias en los últimos 20 años.
Por otra parte, JARC considera indispensable un cambio de modelo de consumo, que debe potenciar y valorar nuestros productos, que son de una gran calidad y diversidad y apostar por la agricultura sostenible, con un buen y efectivo aprovechamiento de nuestros recursos.
Según recordó Vela, el sector de los productores estaba en crisis ya antes del estado de alarma y los tractores dejaron de salir a la calle para protestar por salir a desinfectar y continuar trabajando pero los bajos precios siguen al campo a pesar de que suban los consumidores.La entidad propuso que se empiecen a definir conjuntamente políticas agrarias propias con dotación suficiente para poder ponerlas en marcha. El Gobierno de la Generalidad, se limita, según apunta JARC, a gestionar las ayudas PAC sin iniciar líneas propias de trabajo. Esta posición continuista y las campañas institucionales para incentivar el consumo de productos de proximidad o la incorporación de jóvenes, no son, recordó el presidente de JARC suficientes para provocar las transformaciones que requiere el sector. La organización anima al Gobierno a empezar a trabajar ya, aplicando políticas propias para solucionar las problemáticas agrarias debatidas reiteradamente en el Parlamento.
La Agricultura es una actividad económica muy ligada al territorio, por tanto, también hay que actuar para mejorar las condiciones de vida e infraestructuras de las personas que viven en las zonas rurales. JARC ha solicitado recursos económicos para todas las competencias que la Generalitat está desatendiendo, como el enebro, el órgano que debería controlar los contratos en el sector alimentario y las relaciones comerciales abusivas en Cataluña.
También ha recordado la importancia de las políticas preventivas, para evitar o minimizar los daños provocados por temporales, aguaceros e incendios. Se debería destinar recursos, también desde otros departamentos para limpiar cauces, controlar fauna salvaje o prevención de incendios, para que los daños afectan a toda la sociedad. Tradicionalmente agricultores y la ganaderos contribuían a realizar estas tareas preventivas.