Starskii y Swirscolor Premium son las dos nuevas marcas que Bioline Iberia lanza al mercado bajo el nuevo sello CART, que certifica los nuevos parámetros medioambientales a los que se somete su tecnología para adaptarse a la nueva estrategia del Pacto Verde europeo.
A un escaso año de su puesta de largo como Bioline Iberia, la empresa líder de control biológico situada en el corazón del Poniente almeriense, da un paso más y lanza desde primeros del mes de julio sus nuevos Ambliseyus swirskii, bajo las marcas Starskii y Swirscolor Premium.
Ambos productos, además de mostrarse con una renovada y actualizada imagen en sus envases, nacen conjuntamente con un nueva impronta de calidad que diferenciará a Bioline Iberia de sus inmediatos competidores. Se trata del sello CART (Climate Adapted Release Technology) como prueba de su compromiso con el medio ambiente y con los retos establecidos desde la Unión Europea en el denominado Pacto Verde para los próximos años hasta 2030.
CART es el nuevo sello que garantizará a todos los usuarios y clientes de Bioline que están manejando un producto creado bajo una tecnología respetuosa con el medio ambiente usando materiales biodegradables y reciclables, disminuyendo la huella de carbono con producciones más cercanas a sus clientes, evitando grandes desplazamientos y vehículos menos contaminantes. De esta forma, se consiguen productos más limpios, sanos y libres de residuos que aseguran una mejor calidad de vida y salud para el agricultor o aplicador de los mismos, consiguiendo así un proceso en toda la cadena más respetuoso con el medio ambiente.
El compromiso medioambiental de Bioline Iberia va más allá y será la primera empresa de control biológico en adherise a la red de recogida de envases SIGFITO, y su compromiso de apostar, de la mano de los ayuntamientos de su entorno, por tareas de reforestación que permitan aumentar la densidad de las zonas verdes, grandes aliadas en muchos de las estrategias del control biológico y la lucha integrada.
Las claves
Para lograr los parámetros de sostenibilidad una de las claves ha sido su estratégica ubicación en medio del gran espacio productor hortofrutícola del sudeste español, que permite a la empresa reducir las emisiones de C02 al no tener que transportar los insectos auxiliares desde otros países para llegar a sus principales clientes. Además, consigue un mayor ahorro de energía al reducir la logística de los envíos y reduce así la huella de carbono y los índices de contaminación.
Además, Bioline va a apostar por el uso de materiales biodegradables y reciclables en sus productos y tiene prevista la sustitución paulatina de su flota de vehículos hacia los menos contaminantes. En este mismo contexto, en Bioline Iberia se comprometen a apostar, de la mano de los ayuntamientos de su entorno, por tareas de reforestación que permitan aumenta la densidad de las zonas verdes.
De hecho, con estos dos lanzamientos, Bioline Iberia avanza no sólo en el uso del sello CART sino que toda la marca trabajará bajo el lema Tecnología que protege con lo que ello implica en todas las líneas en las que trabaja, desde los productos que salen de su biofábrica de Santa María Del Águila, en El Ejido, a las charlas, seminarios y presentaciones que tienen lugar en su Bioline Academy, un lugar de encuentro y debate para dar a conocer a técnicos, agricultores y distribuidores las nuevas biosoluciones de la empresa.
No se trata de un brindis al sol. La exigencia de su sello CART, aplicado de forma general tanto en los procesos productivos como en la gestión supone un compromiso serio y fiable ante las exigencias de los cultivos, tanto en invernadero, al aire libre, cultivos de viveros, medicinales, etc.
De ahí que Bioline Iberia posea una tecnología de suelta de organismos de control biológico más eficaz, y cada vez más sostenible. Unos sistemas de suelta (blíster, sticks, tiras, y otros)
que ya incorporan sus dos nuevos productos, Starskii y SwirsColor Premium, y que se irán incorporando al resto de su catálogo y que se adaptan a las necesidades de cada cultivo y de cada zona, siempre con el máximo respeto medioambiental como primera premisa.
Bioline Iberia, a tan solo un año de abrir las puertas de su biofábrica, se ha convertido en una empresa puntera de innovación y tecnología con el objetivo resolver los problemas de plagas de los agricultores de la forma más natural y sostenible, comprometida con el medio ambiente en todos sus productos.