ASAJA de Castilla-La Mancha se ha reunido por videoconferencia con la Consejería de Economía, Empresas y Empleo para trabajar en un acuerdo marco que garantice el buen funcionamiento de las campañas agrícolas presentes y futuras de la región.
La reunión ha estado integrada por la viceconsejera de Empleo, Diálogo Social y Bienestar Laboral, Nuria Berta Chust, y el director general de Autónomos, Trabajo y Economía Social, Eduardo del Valle, por parte de la Consejería y, por parte de ASAJA CLM, el secretario general, José María Fresneda, y el secretario general técnico, Arturo Serrano.
El objetivo principal, según ha explicado Fresneda, es garantizar el buen funcionamiento de las campañas agrícolas, sentando las bases para evitar los problemas de mano de obra y conseguir una mayor especialización.
La organización agraria ha explicado que el principal problema con el que se encuentran los empresarios agrarios no es la falta de personas desempleadas, sino la falta de trabajadores cualificados y especializados para poder desempeñar las tareas agrícolas. “Históricamente se ha creído que cualquier persona puede trabajar en el campo, pero la realidad es que para desarrollar las labores también se necesita aprender”, ha subrayado Fresneda.
En este sentido, y fruto de la buena interlocución que existe entre ambas entidades, se pretende llegar a un acuerdo marco para que, además de canalizar las ofertas y demandas laborales, se ofrezca formación con prácticas para dotar a los trabajadores de la capacitación necesaria para el desempeño de las labores específicas.
Con esta idea se seguirá avanzando en la creación de una tarjeta o documento acreditativo que permita a los trabajadores demostrar su aprendizaje, así como su experiencia laboral en las diferentes campañas en las que participen.
Por último, el secretario general de la organización agraria, José María Fresneda, ha pedido a la Viceconsejera de Empleo, Diálogo Social y Bienestar Laboral, que desde el Gobierno regional se traslade al Ministerio de Trabajo la repulsa por los comportamientos y actitudes de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha puesto en duda la profesionalidad de los empresarios agrarios persiguiendo las supuestas condiciones de “esclavitud laboral, prácticas similares o malos tratos” en las campañas agrícolas.