La emergencia sanitaria provocada por la Covid-19 ha paralizado la actividad económica y a la sociedad española. La pandemia ha alterado por completo el normal funcionamiento del país. Este panorama ha puesto de manifiesto la gran importancia de la agricultura y la I+D+i como herramientas esenciales para que la sociedad supere los retos derivados de la crisis sanitaria, como el aumento de la demanda de productos garantizando su abastecimiento.
El sector agroalimentario es estratégico y de gran importancia social, territorial, económica y medioambiental. La cadena de valor agroalimentaria, que incluye producción, transformación y comercialización, genera más del 9% del Producto Interior Bruto y contribuye a la generación de más del 12% del empleo total de la economía española. Además, España se sitúa como el cuarto país exportador de productos agroalimentarios de la Unión Europea aportando el 9,4% del total de las exportaciones. Estas exportaciones suponen una cifra de ventas de 49.502 millones de euros (16,9% del total de las exportaciones de la economía española) mientras que las importaciones de productos agroalimentarios alcanzan los 37.384 millones de euros (11,4% del total de bienes importados a nivel nacional). Así, el sector arroja un superávit comercial de 12.118 millones de euros.
La agricultura afronta nuevos retos que están determinados por el aumento demográfico que va a incrementar la demanda de materias primas, por las preferencias en el consumo, por aspectos medioambientales y legales y por aspectos relacionados con la globalización de la economía. Superar estos retos requiere un aumento en la eficiencia (mayor productividad con menos insumos), calidad (nutricional, organoléptica) y sostenibilidad (impacto ambiental menor, reutilización de residuos, etc.) de la agricultura que solo puede conseguirse mediante la aplicación de nuevos desarrollos tecnológicos.
El conocimiento generado en Biología Vegetal aplicada ofrece un conjunto de tecnologías estratégicas (bioinformática, técnicas de edición genómica, agrobiológicos para nutrición y protección vegetal, revalorización de residuos y economía circular, nuevas fuentes vegetales de obtención de proteína…) que permitirán abordar los retos globales (productividad, sostenibilidad, calidad) a los que se enfrenta el sector agroalimentario.
Por tanto, la agricultura, como sector esencial que no ha detenido su actividad y que ha garantizado el abastecimiento de todo tipo de productos agroalimentarios, y la I+D+i, que ofrece soluciones de alto valor añadido basadas en conocimiento y tecnología, generando empleos cualificados y no tan sometidos a presencialidad, han puesto de manifiesto su relevancia económica y social, resultando imprescindibles para afrontar los desafíos actuales y futuros.
Desde BIOVEGEN, como asociación de empresas y centros de I+D en producción vegetal, apostamos por la tecnología y seguiremos impulsando la I+D y la cooperación público-privada como herramienta de desarrollo competitivo del sector agroalimentario, y como herramienta de bienestar para la sociedad española.