FENAREG presentó el 14 de junio en la Feria Nacional de Agricultura de Portugal una propuesta de estrategia para las políticas públicas de regadío para 2050, estimando que será necesario invertir 1.700 millones de euros en el período 2021-2027 para modernizar el regadío nacional.
El ministro de Agricultura portugués, que presidió la sesión de clausura del evento, afirmó que "apreciará con la atención que merece este importante estudio de FENAREG, con la certeza de que habrá contribuciones que serán tenidas en cuenta por el Gobierno". Luís Capoulas Santos aseguró que "el país y el sector tendrán en mí un aliado para que el listón de los 750 millones de euros pueda ser superado, después de fundamentada su necesidad con estudios concretos como éste que fue presentado por FENAREG.
El gobernante se refería a la cantidad prevista en el marco del Programa Nacional de Inversiones 2030, que dedica sólo el 2% de su presupuesto al desarrollo del regadío, quedando a menos de la mitad de la cantidad considerada necesaria por los regantes representados por FENAREG.
El presidente de FENAREG, José Nuncio, subrayó que "el apoyo del regadío es el gran desafío en que todos debemos involucrar, recurriendo a los diferentes orígenes potenciales de financiación identificados en el estudio, pero creemos que el sector del regadío merece y responder a este estímulo , esencial para la cohesión del territorio para el crecimiento de la economía y el bienestar del pueblo portugués ".
El presidente de la Confederación de Agricultores de Portugal presentes en la sesión de clausura, según el estudio presentado por FENAREG "tiene un componente técnico y científico muy importante y esta es la base que nos da la fuerza para exigir que el sector de riego se acepta como la verdadera herramienta que permite potenciar el combate a la desertificación y al cambio climático en las actuales y futuras áreas de regadío ». Eduardo Oliveira y Sousa clasifica el estudio como "un paso gigante en el sentido de probar a los organismos públicos que el sector no se conforma con la velocidad que está implementada en el Programa Nacional de Inversiones 2030 en lo que se refiere a la inversión en el regadío en los próximos años".
Luís Capoulas Santos cerró la sesión afirmando que "no es posible tener una agricultura competitiva, con la vocación exportadora que está teniendo, sin tener que regadío y sin aprovechar todas nuestras potencialidades" y apeló: "es importante que haya parte del sector una posición fuerte, permanente y esclarecedora ante la opinión pública para que sea más fácil al poder político luchar por este tema ».
En la sesión estuvieron presentes representantes de 250.000 hectáreas de regadío, casi la mitad del regadío nacional.
El estudio presentado por FENAREG, y realizado por Agroges, hace un diagnóstico estratégico y apunta objetivos a alcanzar para 2050, con un plan de acción a ejecutar entre 2021-2027 (período del próximo Marco Comunitario de Apoyo) y respectiva cálculos de la inversión y origen de la financiación.
Los siete ejes de desarrollo estratégico de las políticas públicas de regadío propuestos son:
- Ampliar el área infraestructurada para riego - crear nuevas áreas de regadío para más 250.000 hectáreas de terrenos agrícolas, 50.000 hasta 2027.
- Aumentar la capacidad de almacenamiento de agua y de regularización interanual - alteración de algunas represas y construcción de nuevas en las cuencas hidrográficas más carenciadas, en un enfoque sostenido de múltiples fines y de conexión en red entre cuencas hidrográficas.
- Modernizar las infraestructuras públicas de riego - con intervenciones prioritarias en construcciones anteriores a 1990.
- Promover las mejores prácticas de riego en las explotaciones agrícolas - aumentar la eficiencia en 200.000 ha.
- Reforzar la sostenibilidad ambiental del regadío - desarrollar norma para la certificación de las "explotaciones de regadío sostenible". Certificar 100.000 hectáreas, hasta 2027.
- Compatibilizar instrumentos de ordenación del territorio y de conservación de la naturaleza con la expansión de las áreas regadas - crear "acuerdos de responsabilidad" entre gestores de las áreas protegidas / clasificadas y los usuarios del agua para riego.
- Revisar modelos de tarifas y adecuar legislación a la nueva realidad - crear sistema equilibrado y equitativo para el agua de riego, premiando la eficiencia y que incorpore las externalidades positivas (sociales, territoriales y ambientales) del regadío.