El presidente del sector de frutas y hortalizas de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Cirilo Arnandis, ha recordado la amenaza de la enfermedad de la “mancha negra” procedente de Sudáfrica para los cítricos españoles. Arnandis ha señalado que en la campaña pasada se incrementaron las interceptaciones de cítricos con mancha negra procedentes del país africano, por lo que es necesario reforzar los mecanismos de control en frontera para evitar la entrada de organismos nocivos en la UE por la vía de las importaciones de frutas y hortalizas desde países terceros contaminados.
El representante de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Cirilo Arnandis, ha señalado que en contraposición a la situación de “puertas abiertas” a productos de terceros países amparados por los acuerdo comerciales, existe una debilidad en la posición ofensiva de la política comercial de la UE. El presidente del sector hortofrutícola ha lamentado que la Comisión no tenga un papel preponderante en la apertura de mercados de países terceros y sea cada Estado miembro, quien se enfrenta en solitario a la negociación de “protocolos de exportación”, producto a producto, país a país.
Arnandis ha recordado una vez más que los acuerdos comerciales utilizan a las frutas y hortalizas como moneda de cambio y permiten la entrada de producto muy competitivo gracias a que en origen no está sometidos a las condiciones (laborales, medioambientales) que sí aplican en la UE. Sudáfrica es el primer exportador mundial de cítricos después de España en el mercado comunitario, y la entrada de este producto en la UE se solapa en ocasiones con el periodo de máxima producción de las naranjas españolas. Una vez más, ha recordado Arnandis, se pone en peligro las 600.000 hectáreas de cítricos europeas, que pagan el coste de las relaciones comerciales y políticas de la UE con países terceros.
Cirilo Arnandis ha puesto el acento sobre la amenaza que suponen dos graves plagas foráneas como la ‘mancha negra’ (CBS) y la ‘falsa polilla’ (Thaumatotibia lecotreta) y el Citrus greening (HLB) y que en muchas ocasiones son halladas en los controles portuarios europeos a partidas importadas, por lo que exige medidas de control para evitar su introducción a las zonas citrícolas mediterráneas.