El próximo lunes se cierra la última convocatoria del Programa de Desarrollo Rural (PDR) actual, por la cual se conceden ayudas para transformación y comercialización de productos agrarios. Esta ayuda introducía una novedad con respecto a otras convocatorias anteriores: admitir como beneficiarios a aquellas empresas de transformación o comercialización cuyo porcentaje de producto procedente de países terceros superara el 40%. Cuando COAG Andalucía tuvo conocimiento de que se había eliminado esta limitación, alegó en contra, pidiendo que volviera a ponerse ese requisito para poder acceder a la ayuda, igual que estaba en la Orden anterior, de 2010. Sin embargo, la alegación no fue considerada y la convocatoria entró en vigor sin incluir ningún tipo de límite de importaciones entre los posibles beneficiarios, a pesar del contrasentido que supone usar dinero comunitario para favorecer a empresas que podrían comercializar hasta el 100% de productos de países terceros. Esta organización agraria cree que se trata de un mal precedente y espera que esta política se abandone, de cara al próximo PDR 2014-2020, actualmente en proceso de elaboración.
COAG Andalucía recuerda que, ante el panorama dibujado por la reforma de la PAC y la situación en la que queda nuestra comunidad autónoma, el PDR es la única herramienta capaz de dar respuesta a cuestiones estratégicas para el sector agrario andaluz. Por eso, rechazamos la inclusión en igualdad de condiciones de aquellas empresas que importan productos agrarios en un porcentaje mayor al 40% frente a las que mayoritariamente se surten de producción nacional y comunitaria. Entendemos que, debido a adversidades climáticas o fitosanitarias, puede ser puntualmente necesario recurrir a producto de países terceros, pero creemos que esta contingencia ya estaría contemplada dentro del límite máximo del 40% de producto externo que la orden permitiría.
COAG Andalucía considera que primar a las entidades que transforman y comercializan en su mayor parte producto nacional y comunitario significa reforzar el vínculo entre transformación y producción y, por tanto, supone apoyar al tejido productivo y luchar contra la progresiva deslocalización de las producciones agrícolas, favoreciendo la generación de empleo y riqueza en nuestra región. Por eso, espera que en el próximo marco 2014-2020 este objetivo vuelva a ser tenido en cuenta e incorporado a todas las convocatorias.