El uso sostenible del agua implica producir más productos agrícolas y ganaderos con menos recursos. La intensificación de estas actividades es la única vía para conseguir un incremento de la eficacia productiva y mejorar la competitividad del sector.
La Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible se suma a la celebración del Día Mundial del Agua haciendo un llamamiento al uso eficiente de este recurso y defiende una agricultura basada en la innovación y el uso de las nuevas tecnologías.
El consumo de agua en la producción ganadera y agrícola se ha visto reducido durante los últimos años gracias al uso eficiente de las nuevas tecnologías tanto en las explotaciones pecuarias como en el riego de cultivos.
Así lo indica el Estudio 'Indicadores de Sostenibilidad de la Agricultura y Ganadería Españolas', impulsado por la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible y elaborado por el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medio Ambiente (CEIGRAM), de la Universidad Politécnica de Madrid.
Con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebrará el próximo 22 de marzo, la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible hace un llamamiento a defender un modelo de agricultura sostenible intensiva y productiva basada en la innovación y el uso de las nuevas tecnologías con el fin de hacer una utilización más eficiente de los recursos hídricos con los que cuenta nuestro país.
Según los últimos datos presentados por la Asociación de Empresas de Tecnología Española de Agua (AFRE), a pesar de que España es referente en gestión eficiente del agua a nivel mundial, a la vez es uno de los países que se sitúa entre los que más consumen recursos hídricos por persona y año.
El uso sostenible del agua implica producir más productos agrícolas y ganaderos con menos recursos. Sin duda, la intensificación de estas actividades es la única vía para conseguir un incremento de la eficacia productiva y, sobre todo, mejorar la competitividad del sector.
Técnicas cada vez más precisas
Tal y como reflejan los datos del estudio antes indicado, en los últimos 30 años, pero sobre todo en la última década se ha visto que se obtiene mayor cantidad de producto por metro cúbico de agua empleado, sobre todo en cultivos como maíz, remolacha, tomate, cítricos o melón.
Aunque en términos económicos todos los cultivos han mejorado la productividad de su agua de riego en estos diez años, también es verdad que en los últimos años la tendencia es que estas mejoras en el riego no incrementan la productividad, sino que se produce un ligero estancamiento en algunos cultivos, como el girasol, o el olivo de transformación. Por este motivo, y con el fin de revertir la tendencia, los esfuerzos de investigación se están centrando en desarrollar técnicas y aplicaciones de agua más precisas.
En ganadería este decrecimiento en el agua utilizada se ha podido ver claramente en la producción de carne de diversos animales. Por poner un ejemplo, mientras que el consumo de agua en la producción de cerdo se ha visto reducido en más de un 21% desde 1990. En lo que respecta al pollo, el descenso ha sido del 16,15%, y en el huevo, del 3,5%.
En coyunturas económicas como la actual, la mejora de la eficiencia de las producciones implica también una gran ventaja del agricultor y el ganadero, puesto que de esta forma, ve reducido el coste de sus productos, incrementándose en la medida de lo posible el margen de beneficio.
Datos sobre la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible
Nació en 2009, a partir de la Orden CIN/1728/2009, como un foro de trabajo, para el intercambio de información y conocimiento y para mejorar la percepción de las tecnologías aplicadas a las áreas agrícola y ganadera. Ha recibido el apoyo de diversas instituciones y está financiada por el MINECO.
La Plataforma Tecnológica entiende la agricultura sostenible como un modelo irrenunciable e incuestionable, con el que satisfacer las necesidades alimentarias actuales de los ciudadanos, garantizando la eficiencia productiva, la calidad de los productos y la seguridad alimentaria.
Para ello, es imprescindible el apoyo institucional tanto al avance tecnológico y a la investigación, como a la elaboración de un marco legislativo adecuado que posibilite la aplicación de estos avances.
El futuro del sector se cimenta en la investigación y el desarrollo tecnológico que contribuya al incremento de la productividad agroalimentaria a la vez que se asegure el mantenimiento y buen uso de los recursos naturales existentes, sin la renuncia del acceso por parte de los ciudadanos, con independencia de su clase social y situación económica, a alimentos con vistas a una dieta variada y a un precio asequible. La mejora en la agricultura y las innovaciones tecnológicas es la única baza para mantener el abastecimiento de alimento necesario para cubrir la demanda mundial, consiguiendo al mismo tiempo equilibrar los precios.