La densidad, la relación costo/beneficio del control, el historial del huerto y el destino de la fruta son algunos de los factores que deben considerar los productores de uva de mesa en el manejo de las plagas.
Reconocer las plagas en uva de mesa, entender la importancia de monitorear correctamente sus diferentes estados y los enemigos naturales asociados a éstas, son algunos de los factores claves para implementar efectivamente un Manejo Integrado de Plagas.
Estas fueron algunas de las conclusiones del taller al que asistieron integrantes del GTT Uva de Mesa del Valle del Aconcagua.La actividad se realizó en la Escuela Agrícola San Felipe e incluyó además trabajos prácticos en laboratorio, donde los participantes aprendieron cómo reconocer los diferentes estados de las plagas y sus enemigos naturales.“El uso de tecnologías de bajo impacto ambiental ha sido de gran ayuda para el control de plagas, transformándose en un conocimiento científico y tecnológico indiscutible para el desarrollo sustentable de la industria de la uva de mesa”, afirmó una de las entomólogas.
En la actividad participaron las investigadoras en entomología del INIA La Cruz, Paola Luppichini y Natalia Olivares, quienes destacaron que el monitoreo es una herramienta primordial y decisiva en la toma de decisiones para el manejo de plagas. “Es importante que los plaguicidas se apliquen cuando sea necesario, de acuerdo al monitoreo y a los umbrales de presencia de la plaga que se hayan establecido en cada huerto y preferentemente en aquellas etapas de desarrollo del insecto en que resultan más vulnerables a la medidas de control, ya sean enemigos naturales o agroquímicos”, explicaron.
Por lo mismo, enfatizaron la existencia de varios factores que se debe considerar al momento de decidir el manejo de la plagas. Estos son la densidad, la relación costo/beneficio del control, el historial del huerto y el destino de la fruta, entre otros.
En el caso de la uva de mesa las plagas de mayor importancia sonchanchito blanco, trips de California, burrito de la vid, conchuela café europea de la vid y la Falsa arañita roja de la vid, ésta última de menor incidencia en los campos de exportación pero de connotación cuarentenaria. “La efectiva implementación de un Manejo Integrado de Plagas (MIP) requiere de la realización deun monitoreo sistemático como herramienta clave para tomar decisiones en cuanto a la época de aplicación y los productos a utilizar, optando principalmente por aquellos con menor impacto en el medio ambiente”.
Las investigadoras presentaron una mirada global sobre el Manejo Integrado de Plagas, reconocimiento de plagas y enemigos naturales; y, los conceptos fundamentales para asegurar un éxito en el control como es la implementación del monitoreo, su periodicidad y tamaño de muestra. “El concepto de MIP, incorpora la integración de varias estrategias de control (cultural, químico y biológico) para el manejo de las plagas con el fin de obtener fruta con menores residuos y producida bajo normas que respeten la calidad medioambiental y estén acorde a las exigencias de los mercados de destino de la fruta”.
Sin duda, uno de los aspectos de mayor importancia en el Manejo Integrado de Plagas es el monitoreo. Las expertas se refirieron a los manejos culturales, uso de enemigos naturales, plaguicidas y calidad de aplicación. Especial énfasis dieron al concepto de umbral económico, es decir, hasta dónde se puede tolerar el daño de una plaga. Explicaron que este concepto está en directa relación con la producción. “Cuando el valor de la producción es alto se tolera menos daño”. “Es muy importante, dijeron, tomar decisiones informadas ya que muchas veces se hacen aplicaciones de plaguicidas cuando no es necesario. Hay que tomar en consideración cómo funciona la plagaen qué parte del árbol se ubica, en qué cantidad, qué tanto se reproduce, la época de mayor daño, todos factores inherentes al monitoreo de las plagas. Hay que analizar estos antecedentes y proteger el ambiente donde vivimos. Los errores se evitan conociendo bien el funcionamiento del sistema”, afirma la entomóloga del INIA La Cruz, Paola LuppichiniBlu.
Con respecto al control químico hicieron un llamado a usar racionalmente los plaguicidas. La diferencia radica, dicen, en su efectividad y calidad de la aplicación. ”Hay que aplicar en el momento más oportuno y hay que hacer una optimización de la distribución del producto”. Antes de hacer la aplicación sugirieron hacer una prueba con papel hidrosensible para visualizar el patrón de distribución del producto en la planta, de manera de realizar modificaciones en la maquinaria que permitan mejorar la aplicación. “Con esta simple prueba de calibración de la maquinaria agrícolase mejora significativamente el grado de cubrimiento y uniformidad del tratamiento disminuyendo las pérdidas potenciales que puede causar una plaga producto de una aplicación deficiente”.
Víctor Catán, integrante GTT Uva de Mesa manifestó que hoy es una necesidad capacitartanto a empresarios como a los que realizan el trabajo de monitoreo en campo, ya que uno depende del otro. “En la actualidad la certificación de nuestros predios para la exportación, nos ha obligado a adoptar tecnologías o métodos que muestren una imagen de producción sustentable y donde la relación costo/beneficio realmente nos favorezca. Por eso, creo que el trabajo de un monitor de campo es el punto de partida ya que es la persona que realmente lleva el control del huerto a través de los registros y utilización de planillas. Consideroque es fundamental el muestreo en el campo para evaluar la densidad y la distribución de las plagas”.