Argentina 27/01/2012
Para los productores frutícolas del Alto Valle de Río Negro y Neuquén el año también es, climáticamente hablando, malo. Tres granizadas en lo que va de enero ya afectaron un cuarto de la superficie cultivada con peras y manzanas de exportación y las autoridades del gobierno de Río Negro siguen contabilizando las pérdidas productivas.
La región estimaba cosechar 1.700 toneladas de ambos productos que iban a generar un ingreso de divisas de alrededor de u$s 750 millones, según los datos de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI).
Si bien aún no hay cifras sobre cuánto caerá la cosecha, el secretario de Fruticultura de Río Negro, Oscar Hugo Rolo, indicó que “hay más de 14.000 hectáreas afectadas con diferentes niveles de daño”. Algunas chacras, inclusive, perdieron toda la producción en plena etapa de cosecha de peras Williams y manzanas Gala.
“Este granizo a esta altura del año es gravísimo porque este productor queda totalmente afuera del mercado”, se lamenta Rolo. Hay unos 2.700 productores en el Alto Valle y sólo los grandes tienen coberturas de seguros.
Según explica el gerente de Seguros Agrícolas de Sancor, Carlos Hoffman, si bien hay mecanismos de seguros provinciales, sobretodo en Neuquén, quienes toman seguros con privados son, generalmente, los productores consolidados. Los pequeños y medianos están afuera de este sistema y será un año de pérdidas para ellos: la siniestralidad por granizo está en niveles históricamente altos.
En Neuquén funciona, desde hace cinco años, un fondo compensador por el que el productor paga una prima para asegurarse. Este fondo se puso en marcha a partir de este año en Río Negro y sólo cosechó unas 360 adhesiones contra cerca de 1.200 productores totales en la provincia. Quienes no estén cubiertos de ninguna manera van a depender de las herramientas que pongan a disposición la provincia y la Nación para ayudar a los productores.
El rendimiento promedio por hectárea en el alto valle es de 30 toneladas, tanto para peras como para manzanas, con lo que los granizos caídos el 7, 17 y 22 de enero comprometen unas 420 toneladas de producción. Las peras serán las más afectadas por la proporción de área que ocupan: el 70% contra el 30% de manzanas.
Uno de los problemas estructurales del mercado frutícola de la región es que el productor no sabe con certeza cuánto cobrará por el kilo de fruta hasta tanto se hacen las liquidaciones finales que, en algunos años, no llegan a cubrir sus costos de producción. Este año, se estima que por cada kilo de peras cobrarán u$s 0,25 y u$s 0,22 por kilo de manzana.
Aún así, la actividad depende en gran parte de la economía internacional y de Brasil, uno de los principales compradores del país. Nada da lugar al optimismo para estos productores de la Patagonia.