Análisis de los recursos naturales

La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores de Almería, ASAJA Almería, organizó la semana pasada una jornada para analizar la situación de los recursos naturales de la provincia y en especial aquellos que afectan directamente a la agricultura de la provincia. Esta jornada ha estado financiada por el Ministerio de Medio Ambiente, rural y Marino,( MARM), y el Fondo Social Europeo.

La preocupación de los agricultores de disponer de recursos naturales que garanticen el desarrollo equilibrado de las explotaciones agrícolas y ganaderas en nuestra provincia es evidente, lo que les hace ser los mejores defensores de los recursos y los más interesados en su control y buen uso, tal como se puso de manifiesto durante la jornada.

El agua es el recurso natural más escaso y sin embargo, es el que más demanda tiene, lo que sin duda produce tensiones y contracturas entre los usuarios. La recién aprobada Ley de agua de Andalucía no agrada a los usuarios agrícolas de la provincia, indistintamente de la comarca donde su ubica su explotación, viéndose ahora agravado por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre las competencias del Guadalquivir, que hace que la aplicación de la citada Ley solo pueda afectar a unos pocos, en función de la proveniencia del agua que utilizan, y no al conjunto de los andaluces, lo que sin lugar a dudas es mas injusto aún.

Otro tema a tratar han sido los espacios protegidos y sus limitaciones para ejercer la agricultura, y es que si bien se entiende la necesidad de proteger el Medio Rural, no se entiende el desmesurado celo que la administración andaluza tiene a la hora de permitir en estos espacios el natural desarrollo de la agricultura tradicional dando lugar a graves conflictos que en muchos de los casos tardan años en resolverse. Además no se entiende muy bien que los agricultores sean los propietarios de un terreno en el que no pueden hacer nada y además no se les indemnice por ello, si no todo lo contrario, para poder mantener sus títulos de propiedad tienen que desembolsar todos los años unas cantidades que no son recuperadas posteriormente.

La sostenibilidad ambiental de la actividad agraria se convierte en algo esencial y por ello también han salido a relucir las dificultades que muchos agricultores están teniendo para documentar las buenas prácticas agrícolas y sobre todo en la llamada agricultura bajo plástico. Esta agricultura genera una serie de restos vegetales y sólidos que requieren un tratamiento adecuado para su eliminación y la obligación del agricultor es eliminar estos restos producidos en su explotación de forma compatible con el Medio Ambiente lo que requiere, según los participantes en la jornada organizada por ASAJA , de una ordenación en los diferentes ámbitos de la Administración (municipal, autonómico e incluso nacional) con una legislación clara que no de lugar a abusos e interpretaciones sesgadas o lucrativas y que incorporen la posibilidad de el agricultor desarrolle la gestión directa de los restos de la explotación.

Y es que solamente con una política responsable y activa se puede conseguir mejorar la imagen de nuestra agricultura y sentar las bases para producir en el futuro, como verdaderos promotores de la agricultura limpia, alimentos saludables y servir a la sociedad almeriense como descontaminantes del aire que nos envuelve, por ser esta agricultura una gran consumidora de CO2 y regeneradora de oxigeno.

Obviamente, desde ASAJA, no se puede negar que la actividad agraria genera un importante volumen de restos difícil de cuantificar y no ponemos en duda el trabajo que se desempeña para la recogida y el acopio. Sin embargo es el posterior tratamiento para la eliminación de restos agrícolas, acometido por empresas supuestamente especializadas, el que más rechazo esta ocasionando entre los agricultores. El pago excesivo al tratamiento realizado, el poder dominante de las empresas establecidas y la falta de permisos a las nuevas alternativas hace que los agricultores de ASAJA vean esta situación como desesperante y abusiva.

Por último, también se puso de manifiesto en esta jornada, la necesidad de modificar tanto la Ley de Sanidad Vegetal como la Ley de Sanidad Animal, ya que si bien en su día tenían sentido, la propia evolución de la agricultura y ganadería de la provincia hace que hoy podamos hacer nuevas propuestas que desarrollen una Ley más acorde con la realidad de estos sectores productivos.