Ante las falsas acusaciones que señalaron al pepino español como el origen de la epidemia, es la Unión Europea la que debe pagar, dijo el ministro francés de Agricultura. 210 millones de euros como compensación son insuficientes.
La Unión Europea (UE) y no los Estados es quien debe indemnizar a los agricultores europeos afectados por la alerta sin fundamentos emitida por las autoridades de la ciudad-estado alemana de Hamburgo sobre el origen de la epidemia de E.coli que causó la muerte a una treintena de personas y obligó a hospitalizar a varios miles, afirmó el ministro de Agricultura de Francia, Bruno Le Maire.
“El presupuesto europeo y solo el presupuesto europeo debe indemnizar a los agricultores” que ahora no pueden vender sus producciones de hortalizas porque ha “habido una chapuza europea”, declaró Le Maire a la emisora de radio gala RTL y el canal de televisión LCI
Ante las falsas acusaciones que señalaron al pepino español como el origen de la epidemia, “no voy a ser yo quien pague por la impericia de la UE en materia de seguridad alimentaria. Es la Unión Europea la que debe pagar”, agregó el ministro, que consideró “totalmente insuficientes” los 210 millones de euros ofrecidos como compensación por Bruselas a los productores afectados.
Le Maire criticó el dispositivo de seguridad sanitaria de la Unión, el cual, dijo, es necesario “mejorar en profundidad”, porque “hace semanas se busca como aguja en un pajar la responsabilidad del brote. Se ha acusado erróneamente a los españoles, a la hortalizas en general y al pepino en particular” y ahora son los productores hortofrutícolas los que “pagan por algo de lo que no son responsables”.
Sugirió “cruzar los datos de trazabilidad alimentaria con los de sanidad humana”, como se hace en Francia, porque ello, argumentó, permite identificar más rápidamente el origen de una epidemia alimentaria en casos como el de la bacteria E.coli.
Debido a la alarma desatada, el consumo de pepino, informó, ha caído de un 80 a un 90 por ciento, mientras las ventas de otras hortalizas, como el tomate, se han visto afectadas en un 30 por ciento