Un agricultor menor de 35 por cada 20 mayores de 55

Un dictamen de la UE insiste en que la PAC debería abogar por un apoyo prioritario para los jóvenes basado en ayudas y políticas que los motiven al desempeño de la actividad agraria

ASAJA-Jaén denuncia que las malas y pocas políticas destinadas al relevo generacional en el campo han propiciado que haya sólo un agricultor menor de 35 años por cada 20 agricultores que ya han superado los 55 años de edad. Según un dictamen del Comité Económico y Social de Europa que se ha aprobado por mayoría absoluta y que se ha elaborado por la oficina de ASAJA en Bruselas, desde el año 2000 se ha observado una disminución del 9% del número de agricultores y hay un 45% menos de jóvenes agricultores. Según el informe, la nueva Política Agraria Común o PAC debería abogar por un apoyo prioritario para los jóvenes basado en ayudas y políticas que los motiven al desempeño de la actividad agraria. No en vano, destaca la preocupación por esta disminución importantísima de jóvenes en el campo al mismo tiempo que la demanda de alimentos en el mundo aumenta a un ritmo vertiginoso.

Un dictamen aprobado por mayoría por el Comité Económico y Social de la UE y elaborado por la oficina de ASAJA en Bruselas destaca que en España hay sólo un agricultor de menos de 35 años por cada veinte que ya han cumplido los 55.

La media europea es de un agricultor menor de 35 años por cada 9 agricultores que superan la edad de 55 años. En algunos países como Polonia, Austria o Alemania la diferencia es mucho menor de 1 joven agricultor por cada 3 mayores de 55 años. Estas diferencias se explican fundamentalmente, según el informe, gracias la existencia en algunos países de marcos legislativos favorables que han sabido fomentar el relevo generacional en el campo a través de incentivos para la transmisión de explotaciones.

El análisis de las estructuras agrícolas muestra además una reducción sistemática del número de agricultores y un proceso de envejecimiento muy superior al de otros sectores económicos. Desde el año 2000 se observa una disminución del 9 % del número de agricultores y un 45 % menos de jóvenes agricultores.

Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, denuncia que los datos del dictamen muestran claramente lo que ASAJA ha denunciado en muchísimas ocasiones: “la disminución generalizada del número de jóvenes agricultores y el proceso de abandono de la actividad agraria que se contradice con el aumento imparable de la necesidad de alimentos en todo el mundo”. Ante este fenómeno imparable, insiste en que la política a favor de los jóvenes agricultores debe convertirse en una prioridad real de las instituciones europeas y nacionales.

El dictamen del Comité reconoce que el campo ofrece nuevas posibilidades que pueden beneficiar a la juventud rural. La actividad que se desarrolla en el campo es cada vez más compleja, tecnificada y requiere de una mayor preparación. Los jóvenes parten con ventaja a la hora de concebir la actividad agrícola desde un concepto empresarial, moderno y adaptado a las nuevas tecnologías. “El sector agrícola más joven, si dispone de los instrumentos y el marco legislativo adecuado, es el más capacitado para afrontar el reto de la seguridad alimentaria produciendo alimentos de calidad con un uso racional de los recursos naturales”, reza el documento. Así, insiste en que los principales problemas de los jóvenes agricultores radican en la dificultad de acceso a la tierra y al crédito. A este respecto, de manera urgente, se deberían promover nuevos sistemas de acceso a la tierra y garantizar el acceso al crédito a través de un sistema de garantía europeo.

Para Luis Carlos Valero, es fundamental tener en cuenta de que el apoyo a los jóvenes agricultores no puede circunscribirse únicamente al ámbito del desarrollo rural. En el contexto actual de refundación de la PAC debería establecerse en el primer pilar de la PAC un nuevo tramo de ayudas dirigidas específicamente a los jóvenes. En el marco del segundo pilar de la PAC es necesario que las ayudas a la instalación se conviertan en una medida obligatoria en toda la Unión Europea. Otra de las tareas pendientes en Europa radica en facilitar la transmisión de las explotaciones en favor de los jóvenes. El éxito de estas políticas contribuiría sobremanera una mejora de las pensiones para permitir a los agricultores abandonar de una forma digna la profesión.

La formación y las nuevas tecnologías al servicio de los jóvenes agricultores constituyen la base para el desarrollo de una mentalidad empresarial. No basta con una formación teórica y poco actualizada, los jóvenes merecen un asesoramiento constante y profesional, adaptado a las necesidades reales de su actividad.

El dictamen de ASAJA deja claro que, pese a que la Unión Europea tiene una gran responsabilidad en relación a los jóvenes agricultores, resulta imprescindible que ejerciendo sus competencias los Estados miembros concedan ventajas fiscales, eliminen burocracia, inviertan en infraestructuras y servicios públicos en el medio rural, promocionen los circuitos cortos, fomenten la diversificación y en definitiva, contribuyan a hacer del medio rural un lugar atractivo para vivir y trabajar.