La lluvia y la nieve de los últimos días han frenado el ritmo de arranque de la remolacha en el campo, imposibilitando el acceso de la maquinaria a muchas parcelas, ya que se encuentran inundadas de agua.
La lluvia y la nieve de los últimos días han frenado el ritmo de arranque de la remolacha en el campo, imposibilitando el acceso de la maquinaria a muchas parcelas, ya que se encuentran inundadas de agua. Ayer se celebró reunión de la mesa de seguimiento de la fábrica de La Bañeza, y se acordó el cierre temporal de la recepción de remolacha por este motivo. El cierre se producirá a partir del 2 de enero, aunque la factoría estará abierta a la recepción mientras haya remolacha en los silos de la fábrica.
Los miembros de la mesa calculan que dada la situación de saturación de agua en las parcelas de remolacha, la cosecha no podrá reanudarse al menos en 20 días, y por lo tanto el reinicio de la molturación se produciría pasados al menos 30 días. Es decir, que La Bañeza volvería a abrir sus puertas a finales de enero o principios de febrero.
En la fábrica de La Bañeza realizan sus entregas unos 130 cultivadores de remolacha de la provincia de las zonas de La Nava, Carrión y Saldaña.
De las 786.000 toneladas que va a recibir la fábrica leonesa en esta campaña, ya se ha entregado un 50,87 por ciento.Aproximadamente la misma cantidad, un 49,44 por ciento se ha entregado a estas alturas de campaña en Miranda de Ebro, fábrica que recibirá al final de la misma 535.000 toneladas, mientras que de las 890.000 toneladas que van a entregarse a lo largo de la campaña en Toro, ya se ha recibido un 45,82 por ciento.
En el balance de la campaña remolachera hay que destacar la parte positiva, que se refiere a los datos de calidad y cantidad, con una riqueza media en Ebro de 17,8 grados. La otra cara de la campaña viene marcada por el importante desembolso en medios de producción que han tenido que hacer los cultivadores, por un lado, y por el retraso en el inicio de la campaña, por otro.
Este retraso pone a los remolacheros en manos del clima, y sus consecuencias ya se están notando por las dificultades para acceder a muchas parcelas.