El trabajo de investigación ‘Grapegen’ permitirá obtener frutos con mayores propiedades vitamínicas y seleccionar su sabor y textura
El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA) de la Consejería de Agricultura y Pesca trabaja en un proyecto de investigación de ámbito nacional para la caracterización del genoma de la uva, ‘Grapegen’, cuyo objetivo es descubrir los genes y proteínas asociados con los rasgos de calidad de la uva.
La Junta de Andalucía participa en este proyecto, de tres años de duración y una inversión total de 4 millones de euros, con una aportación económica de 237.000 euros y la cesión al equipo investigador de material procedente de la colección mundial de variedades de vid del centro IFAPA ‘Rancho de la Merced’ en Jerez de la Frontera (Cádiz), una de las más antiguas del mundo y compuesta por más de 3.000 variedades distintas de uva.
Este colección de vid ubicada en el centro que el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera tiene en su centro de Jerez es la segunda en importancia en España tras la ubicada en una finca experimental del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) que también participa en este trabajo.
‘Grapegen’, proyecto que lidera la fundación pública estatal dedicada a la biotecnología, Genoma España, ha logrado avanzar en el conocimiento de la uva y sus características específicas, lo que permitirá, según los expertos, mejorar sustancialmente la calidad nutricional del fruto, su sabor y textura, así como las condiciones óptimas para garantizar su producción.
Uno de los resultados más importantes que se han obtenido con este proyecto de I+D+i en el que han participado investigadores del IFAPA es el desarrollo del Grapegen-Chip. Gracias a este ‘biochip’, los científicos tendrán mayor información genética de la uva y por consiguiente podrán mejorar la calidad organoléptica del fruto así como los factores climáticos que inciden en la producción y que hasta ahora no podían ser controladas.
Este nuevo ‘biochip’, según constatan los especialistas, también ayudará a diagnosticar patologías de la planta producidas como resultado de situaciones de estrés biótico o abiótico mejorando y optimizando las condiciones de cultivo de las vides.