ESPAÑA 24/09/2008
Hartos de mirar el cielo, el otoño ha dado el banderazo de salida a las tan deseadas lluvias. La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Málaga se mostró ayer complacida por el agua caída y por la forma en que cayó: suave y constante, sin tormenta ni virulencia. Salvo en Archidona, donde no han tenido la misma fortuna, el pedrisco ha golpeado la aceituna de mesa y ha arruinado la cosecha de la zona.
Al margen de este municipio, las precipitaciones han sido acogidas por los agricultores de manera muy positiva, especialmente para los que cultivan olivos y cítricos. Después de casi un lustro de acusada sequía, la lluvia de hoy contribuirá a subir el ánimo ante el inicio de la campaña de verdeo. “El agua ha caído en un momento muy apropiado para mejorar el tamaño de la aceituna”, explican fuentes de ASAJA. El árbol también agradecerá la lluvia, tras un verano seco, caluroso y que se ha caracterizado por la ausencia total de lluvias.
Desde el Valle del Guadalhorce argumentan que la lluvia registrada ha beneficiado sobremanera el sector de los cítricos, favoreciendo el engorde final antes de la maduración, lo que repercute en el aumento de la calidad del producto. Los cítricos mejor parados han sido las variedades tardías, como la clementina nules o el limón fino. Los agricultores confían en que se pueda adelantar la cosecha, con el beneficio que eso conlleva.
En cuanto a los cereales, los agricultores de la provincia consideran que el agua de estos días es fundamental, ya que en la actualidad se prepara el terreno para las siembras a principios de noviembre. “El terreno se encontraba extremadamente seco y la dureza del mismo dificulta notablemente las labores”, añaden desde ASAJA.
Sin perjuicios aparentes
Los beneficios de la lluvia son así infinitamente mayores a los perjuicios que las precipitaciones hayan podido acarrear en otros cultivos que estén en periodos de recogida. Tal es el caso de la vendimia, que probablemente se haya tenido que retrasar algunos días a causa de la lluvia. En el caso de la almendra, en cambio, no ha habido ningún problema, ya que la campaña de recolección ha llegado a su fin.
Asimismo, el agua ha sido muy bien recibida para los pastos del ganado. “La otoñada –explican responsables de ASAJA -es primordial para que el pasto nazca y el ganado pueda alimentarse de él. Llevábamos varios años sin ella”.
Además de los beneficios agrarios, la asociación confía en que las primeras gotas otoñales contribuyan a paliar la sequía y a reponer los pantanos que abastecen la provincia, ya que Málaga se encuentra ante el peor momento de las reservas hídricas, con unos embalses al 18% de su capacidad, una cifra más que preocupante si se tiene en cuenta que entre el 8 y el 10% de esta capacidad es inservible, sólo es fango. ASAJA Málaga desea recordar que estas primeras lluvias no solucionan el problema de abastecimiento de la provincia y que es necesario buscar nuevos recursos y llevar a cabo una gestión del agua más razonable.