El ministro de trabajo garantiza a COAG que el gobierno mantendrá la contratación en origen de inmigrantes para el campo.

Los agricultores podrán seguir contando con mano de obra contratada en origen para hacer frente a las campañas de plantación y recolección de los distintos cultivos. Así lo garantizó el Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, durante el encuentro bilateral mantenido en la tarde-noche de ayer con el Secretario General de COAG, Miguel López.

Corbacho, que durante la reunión también estuvo acompañado por la Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, coincidió con López en los beneficios del sistema de contratación en origen tanto para los agricultores como para los temporeros, ya que asegura la mano de obra necesaria para cada una de las campaña durante el tiempo determinado y garantiza los derechos para los trabajadores y unos flujos migratorios ordenados.

La mano de obra necesaria para la plantación y la recogida de muchos cultivos se consigue gracias a la contratación de trabajadores inmigrantes en sus países de origen. Esto ocurre así porque hasta ahora no ha sido posible cubrir las necesidades de mano obra en el campo con lo personas inscritas en el INEM. No obstante, desde COAG se entiende perfectamente que, en un momento como el actual, con el incremento que se ha producido en las cifras de paro, haya que hacer mayores esfuerzos para contratar a los trabajadores desempleados. En este sentido, López pidió al Ministro de Trabajo medidas para facilitar la incorporación de los trabajadores en paro, autóctonos o inmigrantes, al sector agrario. ''Pensamos incluso que la mayor parte de los inmigrantes en paro han trabajado en el sector agrario, por lo que estaríamos hablando de una mano de obra más cualificada. Además, contribuiríamos a mejorar el bienestar social'', matizó el máximo responsable de COAG.

Miguel López también reclamó a Corbacho que el Gobierno no aplace más la moratoria por la que los ciudadanos búlgaros y rumanos no pueden ser contratados hasta el 1 de enero de 2009, aunque desde 2007 ambos países son miembros de la UE. Desde hace dos años los ciudadanos rumanos y búlgaros pueden residir y circular libremente por el territorio comunitario pero, sin embargo, el acceso al empleo para estas personas sigue estando restringido. “La mejor forma de integrar a estas personas sería un contrato; debemos evitar que se reproduzca la paradoja social de que unos ciudadanos europeos no puedan ser legalmente empleados a pesar de su disposición a trabajar y la de los agricultores a contratarlos”, apuntó López. El titular de Trabajó comentó que el Gobierno no ha tomado por el momento una decisión al respecto y adelantó que se este tema se está debatiendo en el seno de la UE. Antes de que finalice el año se hará pública la decisión.