ESPAÑA 08/09/2008
Los agricultores y ganaderos tienen que hacer frente, además de a la reposición del material sustraído, a los cuantiosos daños provocados por los ladrones durante los hurtos. Pese a las reiteradas denuncias, hay varios agricultores que han llegado a sufrir hasta cinco robos en menos de un mes. Ante la enorme dificultad de controlar policialmente la intrincada red de caminos rurales de la provincia, COAG Almería considera que la única solución pasa por intervenir el mercado negro
La paciencia de los agricultores almerienses ha llegado a su límite. Tras varios años de denuncias y quejas, COAG Almería se está planteando organizar patrullas comarcales de vigilancia en las áreas rurales para intentar hacer frente a la oleada de robos que afecta a las explotaciones agrarias y ganaderas y que se ha recrudecido durante este verano. Esta iniciativa parte de los propios agricultores y ganaderos de la provincia que, a través de sus numerosas denuncias realizadas ante las oficinas de COAG hartos de sufrir asaltos a sus explotaciones, han decidido pasar a la acción.
Para ello, la organización agraria tiene previsto solicitar con carácter de urgencia una reunión al subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas, así como a los alcaldes de municipios agrícolas, de cara a plantear un plan conjunto de acción. A juicio de la organización agraria, la única solución posible a este grave problema pasa por acabar con el mercado negro mediante el control de los puntos de venta del material robado. “Agradecemos el trabajo que realizan las Fuerzas de Seguridad para intentar evitar estos robos pero creemos que el esfuerzo no está bien encaminado. Resultaría mucho más efectivo vigilar la entrada de material a las chatarrerías de la provincia y solicitar la documentación a las personas que accedan a estas instalaciones”, según indica el secretario provincial de COAG, Andrés Góngora.
Cualquier elemento o material de la explotación es susceptible de ser sustraído: cables, maquinaria, fertilizantes, bidones, enrejados… Su destino final es la venta en el mercado negro, un negocio fraudulento que reporta pingues beneficios a algunas chatarrerías que se dedican a traficar con el material robado. En este sentido, se tiene constancia de varios de estos negocios en los que se ofrecen “por la puerta de atrás” motores de riego, maquinaria agrícola o cualquier otro tipo de material sustraído previamente en las explotaciones de la provincia.
Mientras tanto, los agricultores y ganaderos no se van a quedar de brazos cruzados y la medida que se está estudiando emprender persigue incrementar la seguridad en las áreas rurales. En la actualidad es tal la impunidad con la que actúan estas mafias organizadas que algunos propietarios han llegado a sufrir hasta cinco robos en menos de un mes. En su tarea, los cacos realizan butrones en las bandas de los invernaderos y destrozan los almacenes de las fincas por lo que los agricultores y ganaderos tienen que hacer frente, además de a la reposición del material sustraído, a los cuantiosos daños provocados durante los hurtos.
Hace poco más de un año, COAG Almería registró en la Subdelegación de Gobierno 3.000 firmas en las que se reclamaba el incremento de la presencia policial en las áreas rurales de la provincia. Desde COAG recomiendan finalmente a los agricultores y ganaderos que marquen el material utilizado en la explotación para poder reconocerlo y reclamarlo en caso de que tras su sustracción sea intervenido por las Fuerzas de Seguridad del Estado.