Perú 23/07/2008
El ministro de Agricultura, Ismael Benavides Ferreyros, negó rotundamente que su sector sea el responsable de la inflación, debido a que la producción y abastecimiento de alimentos provenientes del campo creció 3.7% y 11% respectivamente, en los primeros cinco meses del año.
Reiteró que el impacto del incremento de algunos productos como trigo y maíz en los mercados internacionales, así como el alza del precio del petróleo son factores externos que han impactado negativamente en la inflación de algunos alimentos de primera necesidad.
Asimismo, un factor adicional que incrementa las expectativas inflacionarias es el aumento de la demanda interna, debido a una mayor capacidad adquisitiva de la población, lo cual se grafica en un mayor consumo.
Respecto al comportamiento de la producción agropecuaria, dijo que ésta ha respondido a la demanda por alimentos de la población. En efecto, la producción de ave, arroz, papa, maíz y leche aumentó en 5%, 8.8%, 4.3%, 12.9% y 5.5%, respectivamente, en el periodo enero mayo.
“Sin embargo, para atender el futuro nivel de demanda de alimentos de la población se tiene que progresivamente ir incrementando la productividad, y justamente es ese el objetivo de la nueva política agraria que viene implementando el gobierno”, aseveró Benavides.
“Es por ello, que hemos aprobado 19 decretos legislativos, que sientan las bases para una revolución en el agro que lo haga más competitivo, eleve la calidad de vida de los agricultores y consolide la estrategia de seguridad alimentaria, que diseña el gobierno”, manifestó.
La reforma normativa en el agro apunta a fortalecer los seis ejes de la nueva política agraria: agua y tierras, acceso al mercado, innovación e investigación, sistemas de información, capitalización y seguro agrario, desarrollo rural y forestal.
Las metas para el 2011 en el agro es incrementar a US$ 12 mil millones el PBI agrario, un crecimiento promedio anual sectorial de 7%, elevar el nivel de exportaciones agropecuaria a US$ 4,500 millones, generación de 400 mil nuevos puestos de trabajo y una reducción de la pobreza rural en 35 puntos porcentuales (actualmente bordea el 70%).