Chile 08/07/2008
ISABEL QUIROZ - Directora Ejecutiva de iQonsulting
Para los adultos no es nueva la sensación de llegar a una situación límite y al leer la historia, pareciera que es parte inherente del ser humano. La experimentamos fuertemente en la adolescencia cuando sentimos que no queremos ser igual a los ''viejos''.
Como en la vida, muchos aspectos del país expresan esa sensación de situación límite.
Por esto días no se visualizan muchas respuestas, aunque las hay.
Las exportadoras en queja y reducción permanente no entregan soluciones a la industria, los productores atados a estructuras de costos agobiantes no pueden ver solución y productores jóvenes, entre quienes la respuesta debería al menos vislumbrarse, expresan un: ''pero... ¿qué se puede hacer?'', ¿qué se puede cambiar?
Aunque no lo crean, soy muy optimista de esta situación. El tocar fondo hace bien.
Las viejas estructuras de personas, instituciones y sistemas productivos no dejan ver la efervescencia de las actividades que vendrán a dar respuesta al actual sistema obsoleto, que no logra empinarse con rentabilidad suficiente para sostener el negocio en el largo plazo.
Cuando estaba en la universidad, Don Juan Gastó, profesor de Ecología, solía decirnos: ''Sólo se ve lo que se conoce''.
Hoy eso es más cierto que nunca. ¿Cómo podríamos ver la solución, si lo que conocemos ya no es solución? Abrámonos a alternativas diferentes, seamos inteligentes y démosle cabida a científicos, a otras áreas del conocimiento que pueden dar respuestas, nuevas y más certeras.
La innovación que tanto necesita la agricultura en general, ya está aquí disponible en muchos ámbitos.
Se ha hecho presente con un nombre que pasa sin mucho significado en nuestra cabeza. Es la ''agricultura de precisión''.
De hecho, quizá muchos han tenido contacto con esta denominación que se aplica a un tipo de agricultura en que se utiliza importante y moderna tecnología, y seguramente habrá muchos que la desprestigien.
Sin embargo, es la gran respuesta hoy.
La agricultura de precisión es la aplicación de la ingeniería pura al quehacer agrícola, con toda la tecnología de información y comunicación (TIC''s) como plataforma de aplicación.
Pero antes de lanzarnos de cabeza a utilizarla debemos tomar conciencia que ella requiere una ''mentalidad de precisión'', sin lo cual podría constituirse en un nuevo desastre.
Espero, más adelante, desarrollar algunos ámbitos de la ''agricultura de precisión'', de su aplicación y el fascinante ámbito de respuestas que tiene para Chile.
Estoy segura que este nuevo comienzo, como en la vida, puede ser más atractivo e, incluso, más impactante para el mundo que los incrementos en volúmenes que experimentó nuestra fruticultura en los 80 y 90. Este nuevo comienzo, es acoger la tecnología en su estado más avanzado para retomar el liderazgo como proveedores de fruta, la mejor fruta, la que mejor compite en los mercados y ¿por qué no?, de toda la agricultura. No es sino a través de verdadera innovación que daremos el anhelado paso de ser potencia alimentaria. ¿Vamos a quedar atrás nuevamente?