Señala que los opositores a los productos transgénicos recurren a la desinformación, el terror y el amedrentamiento, y los que están a favor carecen de los espacios mediáticos para rebatir cada uno de los argumentos contrarios.
El cultivo de trasngénicos reduce el daño ambiental provocado por pesticidas químicos, porque protege la biodiversidad en la medida que solo ataca al insecto plaga y no a los demás; y su polen no se mueve más allá de los 25 m, por lo tanto se evita la posible fertilización de otras plantaciones de maíz.
Además, el Perú por su geografía y variedad de climas está naturalmente acondicionado para aplicar exitosamente las regulaciones de bioseguridad que acompañan al cultivo de transgénicos
Los opositores a los transgénicos no explican cómo un maíz transgénico sembrado en la costa puede polinizar a otro sembrado en la sierra; o, cómo los OGM dañarían a la maca, uña de gato o a las papas de propagación vegetativa.
También deberían explicarle a la población la tecnología económicamente eficiente y ambientalmente amigable que se usaría para que esa biodiversidad sea el motor de nuestro desarrollo en el contexto bioeconómico, a menos que sea usando económicamente sus genes mediante biotecnología moderna.
La Ley de Bioseguridad permite el uso de OGM, pero es necesario que el Reglamento para su uso en agricultura sea aprobado a la brevedad para que podamos acceder en forma ordenada a los beneficios de la biotecnología moderna.
Nuestros agricultores tienen el derecho a elegir si usan o no variedades transgénicas.
