Nidia Vílchez, miembro de la Comisión Agraria del Congreso:
Anunció que solicitará al ministro de Agricultura, Ismael Benavides, que explique por qué Perú y Paraguay fueron los únicos países que se opusieron al acuerdo de la ONU que obligaba a las empresas que producen transgénicos a responsabilizarse por los posibles perjuicios que causen. La negativa peruana bloqueó la iniciativa, pues esta debía ser consensuada entre los 112 países participantes en la reunión. ''A mí me causa extrañeza esa decisión y creo que la Comisión de Agricultura debería investigar el tema, pero la legislatura ha terminado, así que personalmente voy a pedirle al ministro Benavides que explique por qué se bloqueó esa decisión'', afirmó.
Eduardo Zegarra, investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade): Resaltó la necesidad de regular el ingreso al Perú de semillas genéticamente modificadas para ser más resistentes o para aumentar su rendimiento. ''Los cultivos transgénicos pueden tener efectos muy negativos para la biodiversidad, pues su uso se combina con el de herbicidas que esas plantas soportan, pero que dañan a otras'', advirtió. Por ello, pidió que el Ministerio del Ambiente participe en la definición de la posición del Perú y que se investigue por qué el despacho de Benavides envió como delegado a la reunión en Bonn a Alexander Grobman, ''quien posee una compañía de producción de algunas semillas transgénicas y es directo representante en el Perú de las compañías que los elaboran''.