AVA-ASAJA pide que la propuesta rechazada sobre fitosanitarios parta de cero para analizar así su impacto
Reclama a España que se alinee con Francia y el Reino Unido para que la directiva sobre plaguicidas vuelva a ser desestimada por la UE en la próxima reunión de junio
El Consejo Europeo de Ministros de Agricultura reunido ayer rechazó la ‘propuesta de compromiso’ presentada por la presidencia de los Veintisiete, ahora ocupada por Eslovenia, al respecto del polémico reglamento sobre pesticidas. La cuestión volverá a ser tratada por los Estados miembros en las comisiones técnicas creadas y será votada el 23 de junio. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, reclama que la negociación “vuelva a partir de cero para que en la propuesta futura se realice después de analizar el impacto de los cambios”.
La organización agraria lamenta igualmente que la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, no se alinease entre los países que se opusieron a la propuesta eslovena que, según se reconocía abiertamente hubiera supuesto la eliminación de hasta el 40% de los plaguicidas hoy existentes.
Pese a que el plan negociado por la Presidencia suponía rebajar considerablemente la propuesta mucho más restrictiva del Parlamento Europeo (que AVA-ASAJA ya estimó que implicaba eliminar el 80% de las sustancias activas), Francia, Reino Unido y Dinamarca no la apoyaron, entre otras cosas, porque no se había considerado el negativo efecto que podría suponer sobre las cosechas.
España, por el contrario, votó a favor del ‘dulcificado’ pero igualmente restrictivo plan esloveno “Por el bien de los agricultores, el Gobierno debe cambiar de postura y, de cara a la próxima votación, situarse del lado del grupo liderado por Francia, que asumirá la presidencia en el próximo semestre y que podría retomar el debate desde cero”, defiende Aguado.
AVA-ASAJA, por su parte, tomará contacto con sus homólogos galos del FNSEA para forjar una suerte de alianza paralela con la que evitar que se tomen medidas como la propuesta por el legislativo europeo, que al eliminar tantas sustancias activas hubiera dejado a los agricultores sin armas con las que luchar contra las plagas, lo que a medio plazo hubiera provocado una reducción de la cosecha hortofrutícola de entre un 30 y un 40%.