ESPAÑA 08/06/2007
El consejero de Agricultura de la DGA se ha reunido con las organizaciones agrarias de Aragón para analizar las propuestas de reforma de la Organización Común de Mercado.
El consejero de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón, Gonzalo Arguilé, ha pedido que la Unión Europea (UE) extreme los controles sobre las frutas y hortalizas que proceden de terceros países, al considerar que representan una competencia desleal para los productores europeos.
Arguilé se reunió con varias organizaciones agrarias de Aragón para analizar las propuestas de reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) de Frutas y Hortalizas, y del sector del vino, después de acudir en Madrid a la Conferencia Sectorial de Agricultura, en la que se trataron estos mismos asuntos.
Antes de mantener esta reunión, el consejero explicó a los medios que la reforma de las frutas y hortalizas ''está en el horno y apunto para ser servida en unas semanas'', y confió en que la OCM incluya finalmente un periodo transitorio para la transformación de las ayudas actuales, y que esta iniciativa permita el fortalecimiento del sector hortofrutícola.
No obstante, dijo que abogó en la Conferencia Sectorial por un mayor control sobre las frutas y hortalizas que proceden desde fuera de la UE.
''No sólo nos tenemos que ocupar y preocupar por la reforma'', puesto que la UE ''tiene que ser mucho más dura de lo que es en la admisión y control de las frutas y hortalizas que entran de países terceros'', y que no tienen las mismas exigencias fitosanitarias.
''Mientras que aquí controlamos muchísimo todo el tratamiento con fitosanitarios, no creemos que las frutas y hortalizas que vienen de países terceros lo controlen como lo hacemos aquí''.
En opinión de Arguilé, ''estamos asistiendo a una competencia desleal'' al sector hortofrutícola, y se está poniendo en ''riesgo'' la salud de los consumidores.
Reforma de la OCM Respecto a la reforma de la OCM de frutas y hortalizas, que se dará a conocer a finales de este mes, Arguilé precisó que su importancia es ''relativa'', puesto que las ayudas al sector hortofrutícola son de 14 millones de euros, frente a una producción que supera los 350 millones.
Según dijo, en estos momentos sólo hay dos ayudas incompatibles con los criterios de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que son las relativas a los transformados y a la retirada de producto.
Arguilé explicó que estas ayudas están en la denominada ''caja ámbar'' de la OMC porque se consideran que distorsionan el comercio mundial, y por ello tendrán que convertirse en un pago único desacoplado (desvinculadas de la producción) en un plazo de siete años.
No obstante, resaltó que tanto el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como el Gobierno de Aragón han pedido que esta conversión se haga de manera ''suave'' y que se establezca un periodo transitorio de unos 5 ó 7 años en el que sigan perviviendo las ayudas a la retirada de producto, y mientras tanto se puedan mejorar los procesos para hacerlos más eficientes.
Sobre las ayudas a los fondos operativos, que van dirigidas a la Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH), Arguilé indicó que ''no tienen ningún problema para pervivir de acuerdo a las normas de la OMC''. Sin embargo, señaló que habrá que introducir ''alguna modificación'' para lograr que la OPFH aprovechen las ayudas al máximo para mejorar su estructura comercial.
Arguilé subrayó que unas OPFH más fuertes ''podrán negociar de igual a igual con quienes les compran los productos y los venden al consumidor final''. El consejero comentó que el objetivo de las ayudas a las organizaciones de productores debe ser ''eliminar muchos escalones entre el consumidor y el productor''.
''Lo que hay que hacer es suprimir, en el camino del productor al último vendedor, bastantes escalones, y eso se conseguirá con unas OPFH más fuertes, que aglutinen más oferta y la homogeneicen''. Respecto a la actual campaña de fruta , Arguilé indicó que ''de momento va bien'' y confió en el mantenimiento los precios, aunque advirtió de que la campaña en Aragón es muy larga, de abril a noviembre, y ''en todo este tiempo la fruta está sometida a muchos riesgos''.