En este documento, cuya elaboración por los Estados miembros es voluntaria (según los reglamentos comunitarios), el MAPA propone incluir “elementos comunes” en los 17 programas regionales de desarrollo rural (PDR). Estos elementos comunes se concretan en el borrador en seis “medidas horizonales” (regadíos, jóvenes, industrias, asesoramiento, Red Natura forestal, incendios) y algunas indicaciones sobre otras actuaciones (producción ecológica, zonas desfavorecidas, Leader).
El detalle de estos elementos comunes es muy desigual, abarcando desde la inexistencia de armonización (como en las inversiones en explotaciones o en las ayudas agroambientales, que podrán ser totalmente diferentes según las regiones) hasta la prohibición de ayudas autonómicas suplementarias (como en el caso de las obras de las comunidades de regantes, salvo en Canarias y Baleares en que podrán ser subvencionadas hasta 100%) o la discriminación por género (se prohíbe que las Comunidades Autónomas alcancen el máximo previsto en el reglamento para la prima de instalación de jóvenes varones, que deberá ser en todo caso 5.000 euros más baja que lo permitido).